La progresión artística de la banda de Aranjuez (Madrid) Rufus T. Firefly desde que emergieran en 2011 hasta la llegada de este ‘Magnolia’ ha corrido en paralelo a su predicamento entre el público, hasta convertirse en unos referentes de ese perfil de banda de rock estatal con una irrefrenable tendencia a a la épica, tanto en lo musical como en lo lírico. De Izal a Modelo de respuesta polar, de Mi Capitán a Viva Suecia. Ahí estamos. El grupo comandado por Víctor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro ha cumplido la máxima (nada despreciable, ojo) de no cejar en su empeño de consolidarse y, disco a disco, han fidelizado a una considerable cantidad de seguidores que acude a sus conciertos y compra sus discos. Todo ello desde la más absoluta independencia y autogestión.
‘Magnolia’, su nuevo álbum, es un notable paso adelante tanto técnico como artístico, una especie de pago de vuelta a sus fieles para decirles “¿veis? No os equivocábais con nosotros”. Con la producción del ubicuo Manuel Cabezalí (Havalina, Zahara, etcétera) y la asistencia en sonidos sintetizados y programaciones de Martí Perarnau (Mucho), Rufus T. Firefly logran sonar de forma espectacular, hacer que su rock de tintes prog y psicodélicos esté a la altura de una producción internacional, a la que da acceso su fantástica portada. Sin embargo, en ese afán de jugar grandes ligas no logran librarse del peso de referentes tan claros que resulta imposible obviarlos. Escuchar ‘Magnolia’ es evocar a Tame Impala, más que a Led Zeppelin, a Radiohead, más que a Pink Floyd. Y eso, pasa factura porque resta valor a su trabajo. Cuesta desprenderse de la sensación de déjà-vu (o peor, de sucedáneo) casi constante. En cambio, por ejemplo, sí que mola cuando recuerdan a otra banda estatal con la que, a priori, aparentan más distancia, Dorian.
Pero, pese a todo, ‘Magnolia’ puede disfrutarse. Gracias, sobre todo, a buenas melodías, por momentos arrebatadoras, como las de ‘Río Wolf’ (canción que imagina los últimos pensamientos de Jeff Buckley antes de morir ahogado en aquel afluente del Misisipi), ‘Pulp Fiction’, ‘Nebulosa Jade’ (en la que sus citas a George Harrison, John Bonham, Thom Yorke, de tan evidentes, resultan casi enternecedoras) o las bailables ‘–O–‘ y ‘Magnolia’. También es muy elogiable que sus letras escapen de lo obvio. Puede que sus letras también hablen de rupturas, dolor, felicidad, compromiso social o lo que sea, pero lo mejor es que emplean una poesía bonita, que alterna lo onírico con referentes culturales y más tangibles (Elliott Smith, el cielo de Granada, Norman Bates, ‘Mi vecino Totoro’), que por presuntuoso que pueda parecer les diferencia del resto de ese pelotón de grupos que antes aludíamos.
Rufus T. Firefly realizarán una extensa gira de presentación de ‘Magnolia’ durante los meses de marzo y abril. Consulta aquí todas las fechas, que incluyen su presentación el 3 de marzo en el certamen murciano Microsonidos o en el club madrileño Ochoymedio, el 22 de abril.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Nebulosa Jade’, ‘Río Wolf’, ‘Pulp Fiction’, ‘–O–’
Te gustará si te gustan: Tame Impala, Radiohead y Dorian.
Escúchalo: Spotify, Bandcamp