Resulta incómodo escribir una crítica de un disco que llevabas posponiendo un tiempo justo el día en que el artista que lo creó ha fallecido. Pero es también un acto de justicia, y por eso las palabras salen, de repente, a borbotones. Hoy Lil Peep ha muerto a causa, al parecer, de una sobredosis de sustancias diversas a las que el músico-cantante-MC era adicto y que en su entorno incluso veían venir. New York Times le definió, de manera terriblemente premonitoria, como el Kurt Cobain de la escena emorap. Bingo, enhorabuena a los premiados.
Así, Lil Peep será efectivamente el mártir que dará visibilidad a una sensibilidad artística y estética que fascinará a sus coetáneos y sorprenderá a generaciones previas por lo que tiene de reciclaje y de desprejuiciada: artistas como Lil Peep, Post Malone, Yung Lean, ILoveMakonnen… se sitúan en una nebulosa en la que conviven armónicamente trap, emorock –a lo My Chemical Romance o Linkin Park–, tatuaje extremo, estética acid y gótica a un tiempo, sexualidad desprejuiciada… En ese sentido, ‘Come Over When You’re Sober, Pt.1’ –una frase que Lil Peep estaría posiblemente cansado de recibir– es un compendio perfecto.
Como el propio Gustav Åhr había declarado, se había esmerado realmente en incluir en este debut más o menos oficial (le preceden 4 mixtapes y 6 EPs, nada menos) las mejores canciones de las que fuera capaz. De hecho, en esta ocasión las producciones de Smokeasac y IVIVIVI no se basan en sampleos ajenos, sino que se han construido con guitarras y bajos reales que han aportado nada menos que Juan Alderete (The Mars Volta) y Rob Cavallo (productor de Green Day y My Chemical Romance, precisamente). Lil Peep se esforzó en ofrecer un sonido distintivo en estas canciones y no cabe duda de que lo logró.
En cada una de estas siete canciones no cabe duda de que estamos escuchando a Lil Peep: bases de hip hop arrastrado que armonizan sorprendentemente bien con guitarras de rock oscuro y bajos contundentes, perfectamente dispuestas para que Åhr cante/rapee con la poética desgana de su tono monocorde sus letras, que alternan lamentos sobre amores frustrados y el nihilismo rapero habitual –fardar de coche y pasta en el club con sus colegas de la GothBoiClique, ponerse hasta las trancas de cualquier cosa–. También es innegable su capacidad para, con esos mimbres, crear canciones magnéticas, con aspiraciones de himnos generacionales: ‘The Brightside’, ‘Benz Truck (Гелик)’, ‘Awful Things’ (con featuring del miembro de su troupe Lil Tracy), ‘Save That Shit’ son sin duda brillantes ejemplos de lo pop que resulta su heterodoxa visión musical. Incluso en temas menos inmediatos como ‘Problems’ o ‘U Said’ se percibe el eco –aunque con un carácter más popero– de artistas más arriesgados como King Krule.
Aún quedan por editar la segunda parte de este disco, y hace exactamente un mes ya anunciaba otro nuevo trabajo llamado ‘Goth Angel Sinner’. Después quedará la probable idolatría hacia Lil Peep, y posiblemente su obra truncada se constituya como puerta de entrada a una sensibilidad singular que bien podría haber pasado inadvertida y ahora, con su desaparición, podría amplificarse. Otros artistas como Wicca Phase Springs Eternal —con el que recientemente compartía los singles ‘Avoid’ y ‘Absolute In Doubt’– quizá saquen buen provecho de ello. Lo cierto es que hoy asistimos a otro de esos recurrentes episodios del rock y el pop en el que un joven con talento se erige en triste leyenda y este ‘Come Over When You’re Sober, Pt.1’ queda como su notable epitafio.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘The Brightside’, ‘Benz Truck (Гелик)’, ‘Awful Things’
Te gustará si te gustan: My Chemical Romance y/o Post Malone, o si estás dotado de esa falta de prejuicios de la que presumen las nuevas generaciones
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