Las 40 mejores canciones de The Cranberries y Dolores O’Riordan

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Las 40 mejores canciones de The Cranberries y Dolores O’Riordan

La muerte de Dolores O’Riordan ha impactado a toda una generación que creció con su música. La impresión que su desaparición ha producido en muchos de nosotros se debe por supuesto a su juventud, pero también al tratamiento reiterado de la muerte y la depresión en las letras de su carrera, que a día de hoy es imposible que no nos afecten de manera diferente, «de todas las formas posibles». En sus momentos más pesimistas, la vulnerabilidad mostrada por su voz, que ya «volaba como un pájaro asustado» como se dijo en cierta ocasión, tiene hoy un tinte más trágico; y al mismo tiempo es duro escuchar sus constantes llamamientos al optimismo, a los que no nos queda más remedio que aferrarnos porque «mañana puede ser demasiado tarde».

La carrera de Cranberries es irregular y dejó algún momento desastroso, como la terrible ‘New New York’ o el segundo disco de Dolores en solitario, cuya promoción no en vano fue interrumpida por una reunión de la banda. No, no venimos a decir que el grupo fuera el mejor o el que mejor evolucionara de su generación, pero ahora que Pitchfork, que jamás reseñó al grupo sino para situar la de ‘Bury the Hatchet’ como una de las peores portadas de la historia, dice que ‘How’ estaba subestimada, o El País que ‘Tomorrow’ estaba infravalorada, es el momento de recordar que… ¡Claro! Por algo se han editado recopilatorios de 50 canciones de la banda y por algo el grupo seguía actuando en estadios de 10.000 personas cada vez que se reunía. Había melodías, himnos, sentimiento, canciones. Estas son sus 40 mejores canciones junto a una playlist con 38 de ellas. Actualización: A petición del público la playlist se ha completado con 2 pistas más: ‘Conduct’, el tema que abría ‘Roses’ (2012) y ‘Stars’, uno de los temas inéditos de su recopilatorio de 2002.

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40
I Still Do
1993

«No estoy preparada para esto / aunque pensé que sí / No puedo ver el futuro / aunque pensé que podría». De manera tan ilustrativa se abría el primer disco de Cranberries, para después continuar: «Necesito encontrar tiempo para mí misma / vivir en mi interior / ¿Podré seguir mi propio camino? ¿Podré rezar por mí misma?». Esa disyuntiva entre la timidez y la inseguridad extremas y la seguridad en uno mismo (sobre el escenario y fuera de él) será protagonista de casi todas las letras del grupo, y es en ‘I Still Do’ muy visible mientras la maraña de sonido creada por el productor Stephen Street se desenvuelve espectacular entre punteos, guitarras rasgadas a lo shoegaze y efectos de fondo. Johnny Marr, que tanto influyó en canciones pequeñas de Cranberries pero inolvidables como ‘Twenty One’, había rechazado producir al grupo, lo cual fue una suerte para banda y productor también: Street los entendió a la perfección y esta semana ha enviado una carta a Rolling Stone en la que habla sobre cómo Dolores cambió profundamente en 9 meses, pasando de la timidez extrema a comerse el escenario. Termina diciendo que tanto él como los tres chicos del grupo se beneficiaron de conocer a Dolores. Ni Blur, ni Suede, ni Morrissey: Stephen Street jamás ha producido ni de cerca a una banda tan vendedora.

39
Angels Go to Heaven (Dolores con Badalamenti)
2004

En los inicios de Cranberries, mucho antes de la perversión rockera de ‘Zombie’ y ‘Salvation’, la fragilidad de la voz de Dolores O’Riordan en las primeras maquetas fue comparada con la de Elizabeth Fraser. No se pudo alcanzar un acuerdo para que Cocteau Twins hicieran la banda sonora de ‘Twin Peaks’, pero la idea del genio autor de la misma Angelo Badalamenti fue emular su sonido dream pop. Así que no fue nada marciano que Angelo terminara trabajando con Dolores en un par de cortes. El mejor fue editado para la banda sonora de ‘Evilenko’ y es un número dream pop de sonido celestial pero letra claustrofóbica («no hay salida, no hay forma de salir de aquí»), que explica por qué Badalamenti consideraba que Dolores estaba «desperdiciada» en The Cranberries. Titulado «Los ángeles van al cielo», y enmarcado en la depresión («este dolor es eterno»), es el primero de los muchos temas de esta lista que ya no podremos ver con los mismos ojos. También mención aparte, por demostrar su capacidad vocal en otro género, como es el trip hop, merece ‘Mirror Lover‘ con Jam & Spoon (Spoon falleció en 2006).

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38
Do You Know
2001

Los clichés optimistas titularon los discos ‘Bury the Hatchet’ (1999) y ‘Wake Up And Smell the Coffee’ (2001). Este, más desconocido, estaba mejor en sus «no singles» que en sus singles ‘This Is The Day’ y el ecologista ‘Time Is Ticking Out’. ‘Every Morning’ era una sencilla pero efectiva canción sobre renacer y ‘I Really Hope’ podría haber sido un mini hit de no ser por esos anacrónicos teclados aportados por Dolores: tengo la sensación de que se veía obligada a mear sobre toda sucesión de acordes aportada por Noel Hogan, aunque no hiciera falta. La más infravalorada de todas sigue siendo ‘Do You Know’, jamás tocada en directo. Una canción en la que se combinaban con maestría decepción y fuerza interior, con bastante potencial en su estribillo, y también en su post-estribillo instrumental. Por primera vez se parecían a los Sundays de verdad, con quienes fueron muy comparados en sus inicios.

37
Uncertain
1991

Antes de ‘Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We?’, Cranberries publicaron un EP que espantó a la prensa después de que esta se hubiera rendido a sus primeras maquetas. ¿La razón? El EP no incluía ‘Dreams’ y ‘Linger’, cuando ambas habían empezado a circular, y la producción era fallida, pues aún no habían dado con Stephen Street. ‘Pathetic Senses’, por ejemplo, tenía un extraño punto bailable que no les terminaba de pegar, quizá en relación a la moda Madchester. Pero ‘Them’ es la canción más Cocteau Twins que tienen y la titular ‘Uncertain’, desde su inocencia, es una verdadera monada. El EP, editado por Xeric Records y limitado a 5000 copias, jamás fue reeditado y ha tenido un coste medio de 100 euros a lo largo de estas décadas, con varias copias echando un considerable pestazo a fake. El vídeo nunca se ha filtrado en su totalidad.

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36
Curvy (D.A.R.K.)
2016

En 2015 se repetía la historia: Dolores se sumaba a un grupo ya existente, para cambiar su curso para siempre. De la misma manera que los primigenios The Cranberry Saw Us funcionaron sin ella, Olé Koretsky, su novio hasta el momento de su muerte, había formado una banda con Andy Rourke de los Smiths, a la que se añadía O’Riordan como co-vocalista, obviamente merendándose en dos segundos toda aportación de él por mucho que ya tuvieran sus canciones. D.A.R.K., que no llegaron a cumplir su programada gira debido a problemas de visado de uno de sus miembros, publicaron un disco curioso, electrónico, bastante setentero, cuya cumbre era el primer single ‘Curvy’. Nunca había sonado Dolores tan Madchester por la vía de Stone Roses y New Order, y la canción contaba con varios ganchos: los teclados, el estribillo, los «ooooh, ooooh, oooooh, oh-oh», el post-estribillo en «Must have been a dream» y el viaje final de «let’s take a ride». ¿Habrá algún tema grabado a la altura? Y lo peor: ¿ahora sí, triunfará?

35
Put Me Down
1993

Los abusos han ocupado parte de la temática de Cranberries, psicológicos en gran parte del primer disco, e incluso físicos: ahora sabemos que ‘Fee Fi Fo’ (1999) habla de los abusos sexuales que Dolores sufrió de pequeña. En ‘Put Me Down’ habla la voz de alguien a quien siempre hacen de menos, mientras el fondo musical está cargado de decadencia y misterio, entre referencias al indie británico de la época pero también a la América cincuentera adoptada por Chris Isaak o David Lynch.

34
Loser (Dolores O’Riordan)
2007

¿Qué canción de Dolores sola habría vendido millones de haber sido editada en los 90? ¿’When We Were Young’? Meh. ‘Loser’ era el triunfo absoluto en sus explosivos golpes de guitarra rockeros y sobre todo en su letra, destinada a hundir a un «hater» o a un «bully». Frases como «una bombilla de 2 vatios brilla más que tú» nos llevan hasta el glorioso final, muy Morrissey, como toda la canción: «loser, die!!!».

33
The Sun Does Rise (Dolores con Jah Wobble)
1994

Aunque poca gente lo recuerde, Dolores sacó un single con Jah Wobble de Public Image Ltd y ambos fueron capaces de llevarlo a la tele y al top 41 de Reino Unido, cuando Cranberries eran claramente un grupo de álbumes. ‘The Sun Does Rise’ es una composición optimista y radiante, que muestra lo bien que le sienta la world music y los toques orientales a su voz. Mucho mejor que ‘The Journey’ (2009), es especialmente emocionante en su puente: «Este viaje ha sido una epopeya / a veces me he sentido tan mal / abandonada en un bar solitario al otro lado de la ciudad… / Sí, viajamos día y noche, para avanzar solo una milla / pero al fin tiene sentido porque empiezo a ver la luz».

32
Ordinary Day (Dolores O’Riordan)
2007

Para su debut en solitario, Dolores O’Riordan contó contra todo pronóstico con una pizca de efectos vocales. Son ligeramente perceptibles sobre todo en la parte clave de la canción («What in the world? What in the world could ever come between us?»), quizá por la influencia del productor Youth (The Fireman, The Verve, Dido). ‘Ordinary Day’ era una canción tranquila, de buen desarrollo, que suponía un gran grower, como lo era casi todo aquel ‘Are You Listening?’, que contenía un tema sobre el cáncer de su padre (‘Stay With Me’) o de su suegra (‘Black Widow’), así como un corte probablemente dedicado al resto de los Cranberries (‘October’). Una obra con defectos que revisitar sin lugar a dudas, pues la desproporción en ventas y atención mediática fue totalmente injusta.

31
Tomorrow
2012

El ignorado sexto disco de Cranberries no estaba mal, presentando una bonita canción sobre la muerte de su padre llamada como el álbum, ‘Roses’; un pseudosingle llamado ‘Schizophrenic Playboy’; alguna rareza como ‘Astral Projection’ y sobre todo un gran tema de presentación. Hace daño escuchar esta alegre canción un tanto jangle que dice que «mañana puede ser demasiado tarde» y que se lamenta de lo «demasiado jóvenes, orgullosos y tontos» que somos a veces perdiendo el tiempo. Ay…

30
The Sweetest Thing
1999

En nuestro siglo Cranberries tuvieron dificultades para localizar caras A, así que se quedaron por supuesto sin caras B destacables, como habían sido ‘Away’, ‘I Don’t Need’ o ‘So Cold In Ireland’. La última interesante de verdad data, pues, de 1999, venía con ‘Promises’ y era un perfecto contraste para ella. La letra es una bobada supina, alguien arreglándose para recibir a su amante, una nueva muestra de amor a este y también a la propia familia, pero se trata de la canción más jazzy de su carrera, con un imperante saxo -algo totalmente ajeno al sonido Cranberries- y un trepidante ritmo, que contribuyeron a que el mencionado single fuera número 1 de ventas en España durante dos semanas.

29
Free to Decide
1996

La controvertida relación de Dolores con la prensa, con la que el odio en general era mutuo, quedó plasmada en este canto a la libertad, y también en su vídeo, en el que aparecía enjaulada o huyendo al desierto. Su reivindicación de esa libertad en contraste a la cohibición («soy libre de decidir lo que quiera / y no tan suicida después de todo»), tuvo que lidiar a la postre con lo poco que terminó cuidando su propia salud, durante aquella misma gira de presentación, y después.

28
You and Me
1999

Cranberries hicieron muy dignas versiones de Carpenters, Elvis Presley, Fleetwood Mac o los Smiths, pero nunca se percibió que los Beatles fueran una influencia para ellos, como sí pasaba con muchos de los coetáneos del Brit pop. Sin embargo, hay una canción a la que sí llegó la influencia de los de Liverpool. Los vientos reales y los sampleados de ‘You and Me’ nos llevan a la euforia de un ‘All You Need Is Love’ o de un ‘Hey Jude’, en esta canción en la que Dolores habla sobre el placer de quedarse en casa en lugar de salir. El mencionado una y otra vez «Taylor» no era otro que su primer hijo.

27
Apple of My Eye (Dolores O’Riordan)
2007

La mejor canción de Dolores O’Riordan en solitario no fue single, aunque hubo cierta intención de que lo fuera. Se trata de un tema dedicado a su «debilidad» -bien puede ser un hijo o una pareja-, en celebración de que nada entre ellos podrá interponerse jamás. La acritud de ‘Ordinary Day’ no aparece por ningún sitio en esta canción feliz que va añadiendo elementos: guitarra acústica, pianos, coros y teclados se van sumando hasta perfeccionar el final extático que The Cranberries habían ensayado sin que nadie se diera cuenta en ‘Pretty Eyes’ (2001). Los coros de Dolores y las cuerdas se funden en un pequeño muro de sonido que resulta una de sus mejores producciones. Misteriosamente, O’Riordan no quedó satisfecha con ella y volvió a grabarla en su segundo disco sola, con peores resultados.

26
Pretty
1993

Entre el posible feminismo («eres tan guapa siendo simplemente como eres…»), el relato irónico de un micromachismo («…que no tienes razón para ser tan insolente conmigo») y ambas opciones («tienes que decir lo que quieras, pero no me cambiarás»), ‘Pretty’ tenía una de las letras más cortas y a la vez abiertas a posibilidades de Cranberries. Seguro que contribuyó a convertir a Dolores en un icono lésbico ayudada por su andrógina imagen: en algún lugar tenemos que buscar la causa de que sus conciertos estuvieran llenos de público gay, lésbico y bisexual. Queda para la historia su función fundamental en el clímax de la película ‘Prêt à porter’ y por supuesto su misterioso punteo de guitarra y sus arreglos electrónicos.

25
Analyse
2001

‘Analyse’ era un claro intento de repetir el éxito de ‘Dreams’. Al fin y al cabo, ¿cuántas canciones suenan a ‘Dreams’? La diferencia es que ‘Analyse’ sí tenía estribillo, reivindicando aquí tener consigo disponible «el amor más grande jamás visto», presto a ser disfrutado en el idílico mundo de fantasía al que alude la canción. Aunque poco sorprendente, era tan buen «opener» para sus conciertos como ‘Dreams’ perfecto cierre: al final se le ha cogido cariño.

24
Never Grow Old
2001

Dolores no solía escuchar mucha música, pero sí le gustaban Coldplay, al menos al principio. Su primer disco post-Coldplay, que le comieron la merienda a lo grande como sucesores de U2, se abría con un tema acústico y sencillo que parecía emular un pelín a ‘Don’t Panic’, con un crescendo igual de sutil. Aunque la canción de apertura de «Wake Up» no les quedó mejor que la canción de apertura de ‘Parachutes’, ‘Never Grow Old’ es una modesta, bonita y agridulce composición «espero que seas joven para siempre» dedicada a la primera hija de Dolores, que también funciona dedicada a uno mismo en el espejo.

23
How
1993

El primer aviso de que en Cranberries se encerraba también una banda de rock fue la rabiosa ‘How’, con una original sucesión de acordes repetidos en bucle durante las estrofas y una percusión que iba pasando de lo tribal a lo metálico. Muy recurrente en sus directos, es quizá la única canción con coros (al menos audibles) del co-autor Noel Hogan.

22
What’s On My Mind
1999

Una de las cosas que se echaban en cara a Cranberries era la falta de sentido del humor o sentido de la ironía. En ese sentido su disco más «divertido» es sin duda el cuarto, gracias a la parodia de un «loser» de ‘Desperate Andy’, la revancha sacudida de celos de ‘Delilah’, la amenaza de la vengativa ‘Loud and Clear’ o la parodia de la industria de ‘Copycat’. Pero ‘Bury the Hatchet’ también tenía un lado trágico (ahí estaba ‘Dying in the Sun’) y esta bellísima canción de country pop ejerce de puente entre las dos vertientes: funciona en serio como canción de amor y también como parodia de ciertos parámetros de la música tradicional. De ahí posiblemente las dos voces hacia su final: la exaltada, abusando de gorgoritos, y la tranquila, que recita la letra pacíficamente hasta el final y más allá. A destacar las carcajadas que se oyen en ese emocionante tramo final. ¿Nos tomamos el amor en serio o ha de ser una broma?, parece preguntarse. Jamás fue interpretada en vivo, si eso aclara algo.

21
Liar
1992

Esta semana han salido fans de esta cara B de debajo de las piedras. La razón es su inclusión en una popular banda sonora en Estados Unidos, la de ‘Empire Records’. Sin embargo, la canción que acompañaba a ‘Dreams’, primer single del grupo, si por algo es conocida entre sus seguidores es por haber aparecido de vez en cuando en su repertorio hasta el final… acompañada de una simpática danza irlandesa en una outro instrumental, bastante punki, que no aparecía en la versión de estudio. Toda una respuesta para el odioso destinatario al que se dirige la letra.

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