Fernando Alfaro publicaba días atrás ‘Sangre en los surcos’, un ambicioso doble álbum en el que reinterpreta canciones de toda su carrera a un nuevo formato, primordialmente acústico –aunque la riqueza de arreglos fue acrecentándose en la grabación– y eminentemente oscuro. En él, además, incluye 4 canciones hasta ahora inéditas, composiciones recientes que encajan especialmente bien en ese espíritu sonoro, como son la excelente ‘Dominó’, ‘Trozos que un día’, ‘Barbaridades’ o ‘Sangre en los surcos’, y que resultan de lo más destacado del álbum.
En el caso de la que da nombre al álbum, se construye sobre un arpegio de guitarra española y la voz, casi susurrada, del compositor principal de Surfin’ Bichos y Chucho. Sobre ella, batería y percusiones refuerzan la estructura circular de la canción, sin estribillo claro pero poderosa melódicamente. Esta misma semana tuvimos la ocasión de hablar de la canción con el propio Alfaro en una amplia entrevista que nos ofreció y que publicaremos próximamente, pero de la que hoy, con motivo del lanzamiento de su estupendo videoclip producido por La Perrera y dirigido por Jordi Fernández y Oliver Rodriguez, avanzamos un fragmento a propósito de ‘Sangre en los surcos’, la canción.
Hablando sobre la producción de Paco Loco, Alfaro cuenta que la mayor parte de arreglos son idea del asturiano, y también en el caso de esta canción. Nos cuenta: “Paco es especialmente bueno para encontrar arreglos insospechados (…) para potenciar los picos de las canciones. Por ejemplo, en ‘Sangre en los surcos’ (…) metió esa batería un poco Sparklehorse, el pandero, el bajo, y adquirió un tono grave, “coheniano”. Pero de repente, se mete en sus almacenes y saca un cacharro superraro, una cosa así con cuerdas en horizontal, algunas de ellas rotas, que se tocaba con un palo. “¿Qué cojones es esto?”, le dije. “Esto es un tremoloa y este instrumento me hace llorar cada vez que lo toco” (Risas). Y son esos sonidos raros [Nde: los imita con onomatopeyas] que suenan en la canción. Me quedé de piedra, pero ya he aprendido a confiar en él. Y cuando oí la mezcla final pensé que justo ese contraste, ese sacarla de contexto, hace más emocionante la canción”.
Una emoción que se multiplica en el plano lírico, pues Fernando nos explicó que esas huellas en un viejo vinilo, esa sangre en los surcos, es una historia personal y real: “Mi amigo Ricardo [Nde: el mismo de ‘Ricardo ardiendo’], cuando nos juntábamos en mi casa a hacer las maldades, cogía mis discos y los dejaba por ahí tirados, no los metía en la funda nunca, los cogía con las manos sucias… Él murió en el año 1994 [Nde: a causa del SIDA, como nos explica en otra parte de la entrevista]. 20 años después cogí un disco de Killing Joke, ‘Revelation’, y al sacarlo encontré sus huellas –solo podían ser de él, yo era mucho más cuidadoso– aún impresas en el vinilo. Ese hecho me dio la idea para la canción y también para el disco, ya que estamos recordando todo lo que… nos ha pasado”. El clip emplea precisamente la idea de frases como “hicimos sangre en los surcos donde la aguja arañó” y “sangre en los surcos, y así gira el mundo que nos iluminó” de una manera bastante ingeniosa aunque literal, muy potente, cobrando todo su sentido al final.
Fernando Alfaro presentará ‘Sangre en los surcos’ en formato «dark folk trío» en distintas fechas. Las próximas son el 7 de abril en la Sala Clandestino de Albacete, el 12 de abril en la Sala 0 (Palacio de la Prensa) de Madrid y el 28 de abril en La [2] de Apolo, en Barcelona.