Parte de la redacción evalúa ‘No Tears Left to Cry’, el single de regreso de Ariana Grande.
«‘No Tears Left to Cry’ merece ser un éxito global; ha de ser una de esas maravillas del pop comercial que hacen que hasta los críticos más ceñudos acaben claudicando, como ‘Work’ (por poner el primer ejemplo que me viene a la cabeza). Una producción preciosa y precisa, que aprovecha a la perfección sonidos de los noventa, sin caer en el mero revival; algo de trance, reminiscencias a la Madonna de ‘Ray of Light’, R’n’B… En mi cabeza, la emparento con el ‘Anna Wintour’ de Azealia Banks. Porque, como esta, es una joya que en otras manos habría sonado retro, pero Ariana logra que suene absolutamente contemporánea. ¡Y qué bonito canta ella! ¡Y qué introducción tan hermosa, prácticamente con su voz! Y cómo me emociona oírle cantar que ya no le quedan más lágrimas que llorar. Ariana no se abate, ella sabe que está en el camino correcto; el del pop, el de la alegría. El de la vida». Mireia Pería.
«Ariana Grande estaba en una posición difícil con su regreso, y no solo por las posibilidades de éxito, sino también por las implicaciones éticas: tras lo ocurrido en el atentado del pasado año, muchos consideraban que volver con un rompepistas a lo ‘Into You’ mostraría poco tacto respeto a sus fans fallecidos, y que debería dedicarles una balada como primer single… posible movimiento que otros criticaban por ser una forma de aprovecharse de la tragedia. ¿Y qué ha hecho Ariana? Ni una ni otra: ha vuelto con un medio tiempo más cercano al bop que a la balada y con un mensaje que, si bien no está explícitamente dirigido a los supervivientes y familiares de fallecidos, puede entenderse como tal, y desde luego como mensaje de superación al margen de lo que sucedió en Manchester. Lo extramusical es de evidente importancia en este contexto, pero es que lo musical no se queda atrás: la autora de ‘Dangerous Woman’ presenta un estribillo que es a la vez melancólico y alegre, y un postestribillo con gancho inmediato, todo envuelto en ese sonido noventero que parece estar de vuelta». Pablo N. Tocino.
“En papel, ‘No Tears Left to Cry’ debería ser una de las mejores canciones de Ariana Grande. La melodía principal busca el himno, el breakbeat no es tan habitual en lo que suele exportar Estados Unidos y su letra sobre superar los baches de la vida y sobre no aceptar más “odio”, que no puede entenderse del todo sin el contexto que proporciona a la canción la tragedia de Manchester, se traslada en una estructura que hace al tema literalmente caerse (la intro), levantarse (“picking it up”) y finalmente echar el vuelo a los cielos (ese estribillo final) como si de un ‘I Will Survive’ se tratara. Sin embargo, no termino de entender la emoción que está suscitando la canción. ‘No Tears Left to Cry’ está bien, pero donde muchos ven una obra maestra, yo solo veo un buen single de Emeli Sandé. No es para tanto”.Jordi Bardají
«Inteligente paso el de Ariana Grande el de no optar ni por la balada lacrimógena ni por el rompepistas en su single de regreso tras los atentados de Manchester. Pero ojo, también es noticia que en sus créditos figure Max Martin. El mismo Max Martin que le dijo a Lorde que algo fallaba o faltaba en ‘Green Light’ participa de una canción que suena igual de rara, al alternar un estribillo absolutamente glorioso y celestial con un gancho más molesto que una mosca cojonera». Sebas E. Alonso.