Hoy se comparte en la prensa musical internacional un estudio realizado por la Universidad de California que ha analizado 500.000 canciones editadas en Reino Unido entre 1985 y 2015. Han llegado a la conclusión de que las canciones han ido siendo catalogadas cada vez como menos «alegres» o «felices», siendo cada vez más «tristes» y paradójicamente «bailables». La co-autora del estudio Natalia L Komarova ha dicho que es como si la gente fuera cada vez menos feliz y se refugiara para ello en música bailable con la que evadirse. Como ejemplos se cita la alegría de ‘Freedom’ de Wham! de 1985 en contraste con la tristeza de ‘Stay With Me’ de Sam Smith de 2014.
Asociar los 80 a la felicidad de neones, hombreras y laca es todo un cliché. Pero es que además el estudio parece obviar que la canción más famosa de todo 2014 a nivel global no era de Sam Smith, sino de Pharrell Williams… ¡y recibía el nombre de ‘Happy’! Si nos centramos en España, donde para que una balada entre en radio ha de superar numerosas trabas (anda que no les costó a ‘Someone Like You’ de Adele o ‘Chandelier’ de Sia alzar el vuelo), ya el asunto se nos va de las manos. Un vistazo a la lista de singles más populares del país en cualquier momento del año es una orgía constante de papi chulos, «ain’t your mamas», chicas «sin pijama», gente a la que le gustan «duras», «mayores, muy grandes» y gente que se toma la vida «despasito». ¿Nos lanzamos al perreo como escapismo? Obvio, pero como conclusión parece tan peregrina como siempre lo son este tipo de estudios. ¿No era escapista ‘Freedom’ de Wham!, editada en plena era Thatcher, con la Dama de Hierro fomentando las desigualdades y cabreando al mundo del pop, de los Smiths a los Communards pasando por Housemartins?
Un vistazo a las 20 canciones más exitosas de 1985 en España no deja canciones muchísimo más alegres que las de 2014. El tema más exitoso en España de 1985 fue ciertamente eufórico, ‘Live Is Life’ de Opus. El podio lo completaban el benéfico y buenrollista ‘We Are the World’ y el olvidadillo y triunfal ‘Tarzan Boy’ de Baltimora. En el top 20 aparecen canciones más o menos «felices» como ‘Part-time Lover’ de Stevie Wonder, ‘There Must Be An Angel’ de Eurythmics, ‘Into the Groove’ de Madonna, ‘Amante bandido’ de Miguel Bosé o ‘Ni tú ni nadie’ de Alaska y Dinarama. Pero también otras más melancólicas como ‘The Neverending Story’, ‘We Don’t Need Another Hero’ de Tina Turner o tan inclasificables como ‘Cómo pudiste hacerme esto a mí’ de Alaska y Dinarama, una composición sobre atropellar a alguien tras un ataque de celos y no arrepentirse. ¿Eso era la felicidad? ¡Pues qué bajo apuntamos!
El top 20 en España de 2014 es verdad que incluye la mencionada ‘Chandelier’ y ‘All of Me’ de John Legend, pero en su mayoría es una fiesta constante encabezada por ‘Bailando’ de Enrique Iglesias, seguida de ‘Happy’ de Pharrell Williams, y títulos tan bobos como ‘La la la’ de Shakira’, ‘Adrenalina’ de Wisin o ‘Vivir mi vida’ de Marc Anthony. «Voy a reír, voy a bailar, vivir mi vida, la la la la», comenzaba esta diciendo, con coro y todo. Suerte que el ‘Waka Waka’ no era de este año…
Nada tristes sonaban tampoco ‘Changes’ de Faul & Wad Ad con Pnau, ‘All About that Bass’ de Meghan Trainor, ‘Timber’ de Pitbull con Kesha o ‘Rather Be’ de Clean Bandit. También aparecen la eufórica ‘A Sky Full of Stars’ de Coldplay o la rockera ‘Can’t Remember to Forget You’ de Shakira con Rihanna. Por supuesto, podemos encontrar un poso triste en ‘Hey Brother’ sobre todo tras la muerte de Avicii -pero el desarrollo de la canción no lo es- y más que nada en ‘Wings’ de Birdy o ‘Loco’ de Enrique Iglesias, ¿pero algo como para copar titulares? ¿De nuevo estamos ante un «cualquier tiempo pasado nos parece mejor»?