Màxim Huerta ha terminado presentando su dimisión como Ministro de Cultura y Deporte después de que haya salido a la luz una sentencia de 2017 según la cual tenía que pagar a Hacienda unos 300.000 euros procedentes de entre 2006 y 2008. En una comparecencia ofrecida a las 19.00 ha dicho que no ha sido condenado por fraude fiscal sino que fue multado tras reclamar a Hacienda al discrepar del dinero que el fisco le exigía: «Presenté un recurso, y no es una condena por fraude, sino una multa que perdí ante Hacienda para reclamar mis derechos, como tantos creadores (…) No importa que yo no haya cometido un fraude, porque fui yo quien reclamó».

Huerta se ha mostrado con la conciencia tranquila porque «no hay nada turbio», pero anuncia que dimite para no perjudicar «el proyecto ilusionante de Pedro Sánchez». «Lo que se busca es minar el proyecto de regeneración del presidente Sánchez y no voy a permitirlo, porque corren nuevos tiempos y los inocentes prefieren irse y no salpicar a los que quieren un nuevo rumbo y una política limpia», ha indicado, añadiendo: «Me voy consciente de que la inocencia no vale de nada ante esta jauría». El nuevo ministro será José Guirao, Director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía entre 1994 y 2001 y director de La Casa Encendida de 2002 a 2014.

La noticia del fraude de Màxim la desvelaba El Confidencial esta mañana indicando que el ministro fue condenado, en mayo de 2017, a pagar 365.938 euros a Hacienda tras tributar incorrectamente el IRPF de los ejercicios de 2006, 2007 y 2008 y defraudar hasta 256.778 euros.

Según las dos sentencias emitidas por el Tribunal Supremo de Madrid en mayo de 2017 y a las que tenía acceso El Confidencial, Huerta facturó en los años mencionados -durante los cuales trabajaba en ‘El programa de Ana Rosa’- una suma de 798.521 euros por vía de una sociedad limitada creada por él mismo y de la que él era único titular y beneficiario (creó una sociedad sin empleados), deduciéndose como “gastos por actividad artística injustificada” 148.702 euros, por ejemplo relacionados con los gastos de una casa en Alicante, y siendo obligado a pagar “una liquidación total de 365.938 euros por los tres ejercicios, incluidos un recargo del 50% de multa y los intereses de demora”.

En una entrevista en Onda Cero, Huerta decía en principio que estaba «al corriente con Hacienda desde hace diez años” y decía entonces que no pensaba dimitir. Explicaba: “Cambió el criterio fiscal, hubo una regularización, pagué lo correspondiente y asunto cerrado. No hubo mala fe sino responsabilidad como ciudadano”. La sentencia dictaba que Huerta actuó “negligentemente, con el resultado de eludir el cumplimiento de sus obligaciones fiscales tributarias”, pero el periodista apuntaba esta mañana que la sociedad se creó por recomendación de sus compañeros de profesión cuando él entró en televisión. De hecho, era habitual entre los periodistas televisivos y por eso Hacienda empezó a investigarlos más de cerca. El Diario publicaba rápidamente un artículo sobre «las mentiras de Màxim Huerta» en este caso y seguro que, entre las presiones de otros medios, así como del PP y de Podemos, han provocado que en apenas 8 horas haya cambiado de opinión.