En ocasiones encontramos artistas que son producto, en mayor medida, del tesón, el trabajo, la reflexión y la confianza en sí mismos; y otras, en las que su talento les hace brillar por encima de los demás, incluso aunque la conducción de esas condiciones naturales parezca algo desbocada. Y también hay casos en los que ambas vertientes se conjugan en una. Este parece ser el caso de Jorja Smith. Criada en una familia humilde, aunque relacionada con la música, de un barrio obrero de Birmingham, su tesitura vocal, a medio camino entre el soul más clásico y los ecos jamaicanos, es de una elegancia y brillantez casi impropias de sus 21 años. Una aparente madurez que, como decimos, se manifiesta en la rotundidad que muestra en su debut ‘Lost & Found’ también en un sentido mercadotécnico y artístico.
Más allá de lo difícil que debe ser que, siendo poco más que una novata en la industria, Drake te elija para protagonizar dos canciones suyas (‘Jorja Interlude’ y ‘Get It Together’, en ‘More Time’) o que Kendrick Lamar te invite a participar en una BSO (la de ‘Black Panther‘) producida por él sin que se te vaya la olla, pocos, muy pocos artistas se hubieran atrevido a dejar de lado en su debut sus dos únicas incursiones en listas de éxito (‘On My Mind’, con Preditah, y ‘Let Me Down’, con Stormzy). Jorja, como si hubiera nacido 20 o 30 años antes, prefiere anteponer su figura como creadora a cualquier rédito comercial previo, apostando por una carrera de largo recorrido en lugar de por el éxito rápido. Y esa sabiduría, impropia de tiempos de consumo desbocado como los nuestros, se refuerza también en el plano artístico.
Porque esa postura también sirve a Smith para acotar la unidad sonora de este primer álbum, enraizado en un soul y un R&B eminentemente clásicos, sin dejar de estar conectados con lo contemporáneo sobre todo por una querencia hip hop que la hace digna de comparación con Lauryn Hill. En ese sentido, ‘Frank’ de Amy Winehouse resulta un referente recurrente cuando uno escucha ‘Lost & Found’. No sólo porque comparta una querencia estilística con aquel primer disco de la malograda artista (que lo hace en varias ocasiones, especialmente en la fantástica «tripleta» inicial formada por ‘Lost & Found’, la enorme ‘Teenage Fantasy’ y su eco luminoso ‘Where Did I Go?’) sino también porque parece que deja ver una artista que aún tiene mucho margen de crecimiento.
Lo tiene en sus letras, que a menudo parecen algo cándidas en sus reflexiones sociales (‘Blue Lights’, ‘Lifeboats’) y en su enfoque de las relaciones personales (‘Teenage Fantasy’, ‘Wandering Romance’). Lo cual parece lógico, considerando que lleva años trabajando en estas canciones: de hecho, hasta cierto punto su halo postadolescente resulta encantador, y hasta poderoso, por su manera de plasmar la autoafirmación ante una pareja dominante, sus celos y sus menosprecios (‘On Your Own’, ‘February 3rd’). Y también puede crecer en lo musical: ‘Lost & Found’ es un gran debut, aunque adolece de cierto sentido de unidad (cada uno de los numerosos productores y compositores implicados –entre los que destacan Maverick Sabre, Joel Compass o Tom Misch– deja una impronta sonora distinta) y de cierto equilibrio. Así, tras un comienzo de altura en el que sólo palidece ‘February 3rd’, reforzado con la preciosa ‘The One’ –atención a los arreglos de cuerda del crucial nombre del trip hop Nitin Sawhney– y los cálidos coros de ‘Wandering Romance’ que desembocan en la canción-hito del álbum, ‘Blue Lights’, la recta final del disco resulta muy bonita pero algo más convencional (sobresale la delicadeza acústica de ‘Goodbyes’) y con algo menos de gancho. Pero, como deslizaba más arriba, casi hasta parece deseable que sea así, que Jorja siga creciendo con firmeza en lugar de quemar sus naves rápidamente. No hay duda de que, algún día, llegará como poco una obra maestra suya.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ‘Blue Lights’, ‘Teenage Fantasy’, ‘On Your Own’, ‘Where Did I Go?’
Te gustará si te gustan: Lauryn Hill, Amy Winehouse, SZA
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