Si hay una serie que ha roto moldes en Cuatro, y ha subido la audiencia de la cadena considerablemente, esa ha sido ‘House’. La cadena está encantada con los resultados que ha conseguido este “simpático” doctor emperrado en decir las cosas tal cual le vienen a la cabeza, sin pensárselas dos veces. Puede que la estructura de ‘House’ sea repetitiva e incluso medio aburrida (se presenta un caso complicado, se confunden unas cuantas veces de enfermedad y al final lo solucionan), pero lo realmente bueno es el humor de la serie. Frases como “o me deja medicarle o se muere”; “ya le haré el diagnóstico cuando termine de ver el culebrón” y “bonito traje… dice soy profesional sin dejar de ser mujer. Lo segundo lo dice a gritos” están marcando época.

Hoy se emiten los dos últimos capítulos de la primera temporada. El primero de ellos, titulado ‘Tres historias’, ha sido un rotundo éxito de crítica y público en Estados Unidos. De hecho, está considerado por los críticos como parte de las “diez horas de drama imprescindibles del nuevo milenio”. Dicen que es un capítulo magistral, cuyo argumento es fantástico y que gusta a todos, amén de descubrir muchos aspectos de la personalidad de este médico que nos ha cautivado. No hay que perdérselo.

Pero no os preocupéis por el fin de esta primera temporada, porque después de Semana Santa empezará la segunda. Me temo que hay peligro de romper la gallina de los huevos de oro…