Alguno pensará que se había metido a jurado en OT pero no, Jarvis Cocker en estos momentos se dedica a promocionar su primer disco en solitario llamado como él mismo, ‘Jarvis’. Después de la disolución -sin mucho ruido y sin muchas explicaciones, por cierto- en 2002 de Pulp, Cocker se lanzó a una nueva aventura musical, bajo el pseudónimo de Darren Spooner, que no convenció demasiado llamada Relaxed Muscle, un experimento de electroclash creado más bien para la diversión y dispersión del músico. Ha sido en 2006 cuando ha decidido tomarse un poco más en serio su carrera y lanzar por fin un disco de verdad con un estilo definido y unas canciones de verdad.
Es inevitable recordar a Pulp al escuchar ‘Jarvis’, pero no la banda que contaba historias de ligues en discotecas o cómo se enrollaba con la hermana de su novia en su propia habitación. Jarvis Cocker ya no necesita ligar ni está tan atormentado como cuando grabó ‘This Is Hardcore’; por el contrario, vive apaciblemente en París con su pareja y el hijo de ambos, algo que se refleja en el sonido de este disco. Salvo algún arranque guitarrero como ‘Fat Children’, donde se desmadra un poco más, y ‘Don’t Let Him Waste YourTime’, en la que parece declararse admirador de Belle&Sebastian, el resto del disco se inclina hacia un pop más calmado y reflexivo. Sin lugar a dudas, ‘Jarvis’ ha sido compuesto por el mismo autor, intimista y más pacífico, de ‘We Love Life’ aunque conserva algo del mismo gamberro que se subió al escenario de los Brits en 1996. No en vano, colabora quien fue bajista de Pulp, su amigo de toda la vida y su pareja en los Desperate Djs, Steve Mackey.
Este disco reserva más de una sorpresa: si quieres encontrar aquel primer single que salió hace unos meses, ‘Running The World’, tendrás que buscarlo a conciencia, pero está. Su MySpace, que actualiza él mismo, es una visita obligada sólo por el vídeo que ha colgado, en el que sale de una casita en un jardín como si fuera la cosa más normal del mundo. Jarvis Cocker no decepciona. 8.