Hace unos días recibimos la noticia, de los siempre fantásticos tabloides británicos, de que Amy Winehouse había ingresado en un hospital tras una sobredosis de «alcohol, heroína, cocaína y ketamina». Aunque la versión oficial es que su ingreso se produjo por «agotamiento» y enseguida la vimos junto a su marido asegurándonos que había ganado peso y que estaba bien, lo cierto es que suspendió los conciertos que tenía pendientes este mes de agosto (gracias a Dios que Benicàssim es en julio, que en su momento llegamos a temernos una cancelación).
Hoy recibimos la noticia de que Amy ha sido fiel a su hit ‘Rehab’ y ha abandonado la rehabilitación, algo de lo que la prensa británica está culpando a su marido, Blake Fielder-Civil. Una fuente no revelada del hospital aseguró que volverían a recibir a Amy con los brazos abiertos porque desean ayudarla, «pero a él no creo».
Entre unas cosas y otras, muchos de nosotros estamos muy preocupados y angustiados por Amy, desde mi punto de vista, una de las artistas mejores y más completas que tenemos ahora mismo si pensamos en:
-voz
-letras
-melodías
-estilo musical
-producción
-presentación en directo
-potencial mediático
En estos momentos tan duros para un fan, nos desahogamos completando el post que en su momento hicimos sobre ella, deseando que se recupere muy pronto. Amy, cuidate, que te queremos mucho.