Anoche me quedé hipnotizado totalmente viendo ‘Mira quién baila’, ese programa que yo consideraba para la Tercera Edad, en el que todo el mundo, desde Anne hasta Boris pasando por Ana Obregón y Tete Delgado, es naranja. Y hoy me encuentro la noticia de que el programa superó a ‘CSI’, por supuesto a ‘Física y Química’ y casi multiplicó por cuatro la audiencia de ‘Factor X’. Será por aquello de que no cantan.
‘Mira quién baila’ es un programa súper cool. Y no es ninguna «boutade». Bailar mola, siempre ha molado y siempre molará. Ver a Julio Salinas andando como un salido detrás del pandero de la campeona mundial de salsa es mucho mejor que ver ‘Gran Hermano‘. Porque hace unos años era lo peor decir que ‘Gran Hermano’ era una mierda, pero es que cuando ya hay realities en los que la gente hace de todo, ver a los chicos de Mercedes Milá es ya un rollo definitivamente.
‘Mira quién baila’ sirve además para que nos demos cuenta de que todos podemos llegar donde queramos con esto del baile si nos ponemos, cualquiera que sea la edad que tengamos. Pero el concurso no nos habla de triunfar en la vida ni del sueño americano. Por el contrario, es uno de los más hedonistas y menos pretenciosos de la parrilla actual. A los concursantes les gusta bailar, simplemente quieren pasárselo bien y ahí acaba la cosa. Entre un tango con una letra de órdago (¿las mejores letras por género de la historia?), un clásico de la música disco y un rock a lo ‘Grease’ descubrimos que Ana Obregón está mucho más cerca de ser la Madonna española que la Mariah Carey española. Contra todo pronóstico.
Famosos y famosillos están entre sus filas. Un jurado formado en parte por simpáticos personajes populares y en parte por expertos puntúa. Una experta indica a Ana Obregón que baila con las caderas demasiado rígidas. Boris corrige: «Pero si es que Ana Obregón lleva andando así toda la vida». Mirando los andares de pollo de Ana Obregón te das cuenta de que esa persona forma más parte de la cultura popular de lo que creías. Y de que encima la tía baila mejor que Kylie y se mueve con más soltura que Alaska, aun siendo mayor que ambas. Cuando Manuel Bandera gana y ves el tic con el que pasea su lengua entre sus dientes, definitivamente sientes que estás como de marcha. ¡Arriba ‘Mira quién baila’!