La última entrada del blog de Triángulo de amor bizarro habla por sí sola y no necesita ninguna explicación.

Sí. Ha sido un año jodido para rocanrolear. Siempre se ha dicho que cuando reina la calma algo está a punto de estallar. Este es el único consuelo que le queda a un servidor tras ver como este año una avalancha de caspa neo-post-afro-latin-exotic-bossarochesca nos sepultaba. Me da bastante por Detroit el hecho de que grupacos (nótese cierto tono irónico) como Fleet Foxes, High Places o Vampire Weekend sean lo más. Incluso me la suda bastante el renacimiento del «nuevo» indie estatal con el Guincho y su don de la ubiquidad a la cabeza. Como buen gallego de las rias baixas he sido educado en la falta de respeto hacia lo que no me gusta, y decididamente este es un año que mis orejas y oídos tratarán de olvidar con premura.

Quien quiera leer el resto puede ir a su blog. La entrada aparece firmada por «yo no soy José Verdugo» y no por Rodrigo, Isa, Blas, ulpiano (Julián) o el productor Carlos Hernández, lo que nos podría llevar a la conclusión de que la firma alguien próximo al grupo o que se trata de un nick que utilizan cuando no quieren firmar algo.

A pesar de que a nosotros nos gustan tanto Triángulo como los grupos que critican en su blog, siempre es interesante oír voces discordantes en estos días de discos del año y de pensamiento único.