Bajo el nombre ‘Una noche ruidosa’, se celebró ayer un pequeño festival que reunió a tres de las bandas más importantes del panorama nacional: Los Punsetes, Nudozurdo y Triángulo de Amor Bizarro. Sus propuestas encajan perfectamente entre sí: letras francamente elaboradas, melodías ruidosas y una técnica espectacular que nos hizo disfrutar como enanos.
Los Punsetes abrieron el superconcierto indie de una Sala Caracol que por supuesto se llenó. El grupo ofreció su repertorio habitual, dejando para el final sus dos canciones estrella, ‘Dos policías’ y ‘Maricas’. El sonido fue mucho mejor que en otras ocasiones y anoche sí se entendieron todas las letras a la cantante, esta vez portando un vestido de cuadros escoceses, que se mantuvo totalmente hiératica de nuevo durante todo el show. Fascinante su facilidad para ni rascarse un ojo. 8. Supervago.
Nudozurdo se confirmaron como uno de los grupos con mejor directo de nuestro país. Su sonido roza la perfección y no hay ningún problema para entender todo lo que canta Leo, incluido ese «Fóllame otra vez» que se atrevió a incluir en la primera parte de su concierto. En temas como ‘Negativo’ o la final ‘El hijo de Dios’, Leo se come el escenario con sus espasmos y su voz bien desgarrada o bien sonando exactamente igual que en el disco. Su imagen de niño desvalido frente a un montón de niños desvalidos da lugar a un showman que terminará a la altura del mejor Nick Cave. 10. Supervago.
Triángulo de Amor Bizarro se subieron al escenario con ganas de darlo todo, y la verdad es que lo hicieron. Una a una, desgranaron algunas de las mejores canciones de su disco debut, entre las que destacaron ‘Isa vs. El Partido Humanista’, ‘El Himno de la Bala’, ‘El Crimen: Cómo Ocurre y Cómo Remediarlo’ y ‘El Fantasma de la Transición’. También se atrevieron con temas nuevos y algunos de ‘El Hombre del Siglo V’. Triángulo sonaron rabiosos, bestiales y tan ruidosos como esperábamos, certificando que son uno de los mejores grupos de la escena patria actual. Su mezcla entre letras inteligentes y noise-pop destacó poderosamente en una sala con un público menos enfervorizado de lo que nos hubiera gustado. Nos faltó ‘Mal Como Efecto de la Mala Voluntad’ y su «y a brillar» para que hubiese sido un concierto perfecto. 9,5. Farala.