Este fin de semana se estrena en todo el mundo la undécima película de ‘Star Trek’, que se sitúa en el momento en que el doctor Spock y el capitán Kirk se conocen y tienen que luchar juntos por primera vez para salvar la Tierra y Vulcano del ataque de los romulanos. La serie, que en los 60 en principio fue recibida de manera tibia por la audiencia, no ha dejado de merecer culto friqui en las últimas décadas, y el desafío es acercarla a las nuevas generaciones, que ya hacía siete años desde el último film.
Para este cometido, el proyecto se ha repartido entre «trekkies» y personas a las que el mundo Star Trek les es totalmente ajeno. Entre estas últimas está curiosamente el director, J. J. Abrams, responsable, entre otras, de ‘Misión Imposible III’ y uno de los creadores de ‘Lost‘, con cuya quinta temporada seguro que encontráis un parecido en cierta parte de ‘Star Trek 2009’.
Así, esta nueva entrega puede maravillar a quien simplemente disfruta con una buena película de acción (angustiosa especialmente la escena del salto en paracaídas), y también, a pesar de algún que otro chiste un tanto innecesario como ese gag en el que al capitán Kirk le crecen las manos, a los fans de la saga, porque es la mejor revisión que podamos imaginar para las masas de hoy. Para que nos entendamos, habrá quien se entretenga con el cameo de Winona Ryder y habrá quien se emocionará con el enorme cameo de Leonard Nimoy, el único Doctor Spock hasta ahora.
Zachary Quinto, que ya tenía las cejas un poco hacia arriba, es el jovenzuelo Spock, mitad hombre mitad vulcano; y el guaperas Chris Pine está gracioso como capitán. Nada que decir de Eric Bana detrás de todo ese maquillaje interpretando al villano y quizá como revelación podríamos destacar el personaje ruso interpretado por Anton Yelchin, aunque según él, le han obligado a poner acento más polaco que otra cosa.
The Guardian, que ha elogiado la película tanto como todo el mundo, dice con mucha razón que a veces te parece estar viendo unos personajes un poco ‘Sensación de vivir‘, y ciertamente la hondura de otras partes de la saga y sus geniales diálogos aquí tienen momentos contados, pero bueno, este es el futuro que quizá Gene Roddenberry no previó. 8.