Después de pasar frío en la larga cola que el pasado domingo se formó en la sala madrileña Galileo Galilei, conseguimos entrar a ver a Vega en directo gracias a que su mánager salió a vender algunas entradas de la gente que se había caído de la lista de invitados. La sala estaba llena como pocas veces se ha visto.
Una vez dentro, el show empezó pronto con una Mercedes muy arreglada y coqueta. Durante el concierto agradeció emocionada la presencia de tanta gente en la sala y se entregó por completo al público, haciendo caso de peticiones, hablando de vez en cuando, y con momentos de mucha conexión entre artista y fans. Empezó el repertorio con ‘Y llueve’ de su primer álbum (el que sacó recién salida de la academia OT) que la gente cantó en masa inmediatamente.
Llevaba junto a ella a una banda de bajo, batería, teclados, guitarra eléctrica y acústica y un corista. Ella usaba indistintamente la guitarra eléctrica o acústica en casi todas las canciones. En ocasiones se puso al frente del piano, a solas, como cuando tocó ‘Nueva York’, que fue uno de los momentos más íntimos del concierto. El show llevó un buen ritmo, durando casi dos horas, presentando casi íntegro su tercer y reciente álbum ‘Metamorfosis‘. Hubo temas eléctricos y cañeros como ‘Princesa de cuento’, el single del primer álbum ‘Grita’, ‘Una vida contigo’ o ‘Mágico’, momento en el que salió su productor recién llegado de Los Ángeles para tocar la guitarra. Hicieron un mini set acústico de dos guitarras y voz con ‘Mejor mañana‘ y el que será uno de los próximos singles que la propia Vega anunció en ese momento, ‘Cuánta decepción’, temas que volvió a repetir más adelante en formato eléctrico con toda la banda.
Vega se marcó dos versiones, el clásico de Los Piratas ‘Años 80’ (según explicó, fue una de las canciones por las que ella hacía música) y ‘Te dejé marchar” de Luz Casal, haciendo una demostración de voz potente y cristalina, poniendo la piel de gallina a unos cuantos. Hubo un detalle curioso, en la puerta regalaban botellines con arroz dentro como si fuera un instrumento de percusión (un shaker) y Vega pidió a la gente que llevara el compás en varias de las canciones.
En el bis, cantó sola con el piano en un momento muy enternecedor. Después volvió con la banda y ‘Lolita’, la canción más girlie del disco de la cordobesa, al fin sonó. Con mucho ritmo y con unas gafas rojas estilo años 50 y 60 se despidió Mercedes haciendo bailar a todos como locos. Desde luego, se nota que ha pasado el tiempo y que Vega ha crecido con este último álbum. Se nota más su rodaje y su firme intención de seguir adelante. Nos hizo pasar un buen rato y una tarde de domingo muy entretenida. 7. Santi Gafapasta.
Foto: Pedro Pina.