‘Tierra, trágalos‘ ya está en las tiendas. El día de su salida, en una breve visita promocional a Madrid, Klaus & Kinski nos atendieron para hablar sobre él. Marina y Alejandro hablaron tranquilamente de algunos de los puntos más polémicos sobre el grupo: las voces y su directo, así como de los comentarios vertidos en este bello site. Este fin de semana presentarán el disco en La 2 del Apolo, Barcelona (mañana viernes 9 de abril), y el sábado 10 estarán en Murcia en la Plaza Estrella con Ross, Runarounds y Yellow Melodies. Para más fechas por el resto de España, consulta su MySpace.
¿Cómo ha sido este último año y medio para vosotros, desde que sacasteis vuestro primero disco?
Marina: «Para Alejandro ha sido más estresante. Para mí, cuando tenía un trabajo normal, también. Estresante y emocionante».
Alejandro: «Estresante porque te crea más responsabilidades. Nadie te obliga a hacer esto, lo haces por amor al arte, pero te metes de cabeza. Por otra parte lo ves como un privilegio porque sabes que la gente te va a escuchar para bien o para mal. Con el primer disco lo difícil es que alguien te haga caso. Pero con el segundo la atención mediática la tienes. Tienes una página en blanco, la puedes llenar de la tontería que quieras y sabes que alguien lo va a juzgar. Es una situación envidiable con la que has soñado toda tu vida».
¿Os esperabais esta situación antes de ‘Tu hoguera está ardiendo’?
Marina: «No, es que tampoco sabes qué pasa cuando sacas un disco».
Alejandro: «Somos muy realistas y tampoco esperamos nunca nada porque es la única manera de no llevarse decepciones. Sabemos lo difícil que es esto de la música, sabemos lo que cuesta ganar cuatro duros. Lo que más nos afecta en el día a día y nos genera ansiedad es cómo organizar el trabajo. A nosotros nos gustaría que nos tocara la lotería y si hay que tocar gratis, pues se toca, pero poder pagar los gastos, a los músicos y todo eso».
Quizá no podéis vivir de la música, pero al menos tocáis un montón…
Marina: «Tenemos mucha suerte, pero la mayoría de las veces el caché te da para pagar a los músicos, la furgoneta, al técnico, la comisión del mánager y comprarte un vestido de vez en cuando».
Alejandro: «Te da para más, pero tienes que tener muchos conciertos para vivir de esto. No puedes hacer planes».
Marina: «No podemos quejarnos porque tocamos mucho, pero hay un cambio muy grande entre un grupo indie, quitando a Los Planetas que cobran un montón, y alguien tipo Chenoa que debe de cobrar miles de euros».
Alejandro: «En España, hay una enorme línea divisoria entre la primera y la segunda división. Nosotros podemos tener cuatro meses buenos, ¿y luego qué?».
Marina: «No te puedes hacer un plan de pensiones».
¿Por qué habéis decidido sacar el disco tan pronto, sólo un año y medio después del anterior?
Alejandro: «No es tan pronto. El anterior salió en noviembre de 2008, pero había canciones que llevaban hechas dos y tres años. Ese verano se mezclaron cosas, se cambiaron algunas cosas técnicas, pero poco más».
¿Os acordáis aún de cuáles fueron las primeras pistas que subisteis a MySpace?
Marina: «‘Rocanrolear’ y ‘Teléfono de la esperanza'».
Alejandro: «Y ‘Te vas a enterar'».
Marina: «‘Rocanrolear’ era del otro grupo de Álex, que a mí me encantaba, la versión de ‘El futuro’ y la de los Beatles. Fue unos meses antes de presentarnos al Proyecto Demo en 2006».
¿Entre las canciones del nuevo disco hay alguna que sea antigua?
Marina: «No, están hechas desde agosto de 2009 para acá».
Volvéis a repetir un disco largo con muchas canciones. ¿Tan seguros estáis de todas las pistas que tenéis?
Alejandro: «Estamos seguros un día sí y al otro no estamos seguros de nada».
Marina: «Nos llama la atención que canciones que han estado a punto de ser descartes a la gente le estén gustando. ‘Forma, sentido y realidad’ estuvo a punto de no entrar. O ‘Sobria y serena’, que igual chirría un poco más porque es un poco horterilla».
Alejandro: «El riesgo de variar tanto es que según el estado de ánimo de cada día te parecen bien las cosas o te parecen una puta mierda. Cuando el disco no es lineal, de los que por ejemplo se centran en un sentimiento, cuesta mucho hacer la criba, como es nuestro caso. Si eres The Cure y haces un disco siniestro entero, resulta más fácil. Sobre lo de hacerlo largo, nos lo dice mucha gente, pero nos resbala. Si puedes pasar la que no te gusta o lo vas a tener en el ordenador, ¿qué más te da? Preferimos dar lo que tenemos y ya está. Yo 10 canciones lo veo un poco rácano, ¿para qué nos vamos a guardar algunas? ¿Para el mercado japonés?».
¿No hay nada que haya quedado fuera entonces?
Alejandro: «No, cosas que se empezaban pero no se llegaban a terminar en el proceso de producción».
Marina: «Empezó una rumba que se quedó en sólo las palmas».
Alejandro: «Era una base a ver cómo quedaba. A mí me habría gustado hacer aún más canciones. Hubo un momento en que pensábamos en llegar a unas 30, a lo Fernando Alfaro, pero es que luego no íbamos a saber elegir y nos íbamos a volver locos».
¿El momento en que decís «esto es una puta mierda» siempre es para canciones tipo ‘Sobria y serena’, nunca para el resto?
Alejandro: «Sí, porque cuando te sientes negativo, no te sientes frívolo, te sientes más serio».
Marina: «A mí lo que me da rabia es que algunas canciones se malinterpreten. ‘En la cama’ es una canción muy malinterpretada. Es una canción que Álex y yo sabemos de qué va, pero no hay que ser muy listo para darse cuenta de que no es una canción de La Casa Azul, y no lo digo peyorativamente, pero es que nosotros no somos eso».
¿Por eso dijiste en un concierto que no te gustaba este tema?
Alejandro: «Marina les coge rabia».
Marina: «En los conciertos suele ser porque no me salen o porque me pillan mal o porque quiero irme ya. Suelen ser ‘La mano’, ‘Por qué no me das tu dinero’, ‘En la cama’…»
Realmente lo que más me inquieta del grupo es qué pensará Alejandro de lo que dice Marina en los directos. ¿Te diste cuenta de lo que tenías en casa antes de subirlo a un escenario?
Alejandro: «Precisamente porque no es premeditado y es natural, ya le he dicho que es lo que tiene que hacer. Si fuera un personaje, la cagamos».
Marina: «Yo siempre digo que no voy a decir nada más y luego me arrepiento mogollón, de algunas cosas, de otras no tanto… Es como cuando te presentan a alguien que te gusta y no paras de hablar y meter la pata, pues algo así es lo que me pasa a mí».
Alejandro: «Ha habido alguna antológica, que luego nos reímos, pero…»
¿Estáis pensando en alguna en particular?
Marina: «Una vez estábamos tocando en Vitoria y había una chica que no paraba de decir: «give me back my money». Le dije: «te devuelvo el dinero pero te tienes que ir». Y todo el mundo la animó a irse. Había dos chavalines en la primera fila que sacaron el dinero y todo. Y cuando acabó el concierto vino y me dijo que me estaba pidiendo tal canción. Y yo: «¿qué canción?». Y ella: «pues esa de «‘¿Por qué no me das tu dinero?'».
Alejandro: «Marina pensó que le estaban diciendo «vaya mierda». Los músicos y yo nos fuimos dando cuenta de que estaba pidiendo esa canción. Todo el mundo se dio cuenta menos Marina».
Marina: «Encima la chica me había escrito meses antes para que tocáramos en su boda».
Alejandro: «Era como la mayor fan de España».
Marina: «Pobre chica, la verdad es que era muy maja».
Alejandro: «Marina se puso a contestarle en inglés, como su madre la abroncaba de pequeña, que la abroncaba en inglés… La humillamos, imagínate. Como la mayor humillación que puedas tener en el colegio con todo el mundo llamándote «idiota», pues algo así. Y lo triste es que la gente entendió que la chica estaba pidiendo una canción y aun así la gritó. Pero Marina nunca habría dicho eso si hubiera entendido que estaba pidiendo una canción».
Supongo que la gente lo hizo porque entendió que Marina estaría pasando un mal rato y cuando el público detecta esas cosas, se pone de parte del artista.
Marina: «Es que yo lo estaba pasando fatal y se me notaba en la cara».
Volviendo al disco, hay bastantes letras relacionadas con la política. ¿Habéis tratado de evitar temas menos personales como tantos grupos cuando se van haciendo famosos?
Alejandro: «De política sólo hay una, más bien de economía, ‘Carne de Bakunin'».
Marina: «Yo creo que a Álex le da vergüenza hablar de sus cosicas y en esa canción viene a decir que está hasta las narices de que me gaste dinero en vestidos».
Alejandro: «Es que para mí hablar de política es hablar de economía fundamentalmente. Gobierne quien gobierne va a ser una economía de libre mercado. A partir de ahí, ¿qué podemos hacer? ¿Subir el IVA? ¿Las cotizaciones a la Seguridad Social? No hay una alternativa intelectual al capitalismo como podía haber hace un siglo y medio… No existe. Aunque esto una canción pop, tampoco pretende ser un manifiesto».
¿’Los niños muertos y la decadencia política’ no es una canción política?
Marina: «Va de un juego inventado al que él jugaba en el patio de pequeño».
Alejandro: «Primero fue República, luego Reino y luego Imperio. Íbamos colonizando… Cada año se elegía un monarca».
La música tiene un matiz un poco siniestro, tampoco es una canción tan infantil, ¿no?
Alejandro: «Es porque es una evocación de la infancia, por eso el tono es más críptico, no es una evocación tópica de la infancia».
¿Habéis buscado que se entiendan menos las voces esta vez? Hay una canción que no entiendo absolutamente nada de lo que dice Marina.
Marina: «¿Cuál?».
La de los Madremías.
Alejandro: «No tendemos a mezclar la voz muy arriba. Marina canta proyectando muchísimo aire y con un hilillo de voz. Cuando cantas así, no puedes vocalizar bien. ¿Qué ocurre? A nosotros lo que nos gusta al grabar es susurrar prácticamente porque el efecto es más dulce, más evocador… Hasta que Marina no empieza a cantar así flojito, no damos la toma por buena. Cuando está cansada es cuando hacemos las mejores tomas vocales».
Marina: «Hago exactamente lo contrario a lo que dice mi profesor de canto».
Alejandro: «Perdemos mucha vocalización, pero claro, si Marina no cantara así a lo mejor se perdería la capacidad tan tristona y nadie nos habría oído. Sería completamente distinto. Las letras si te compras este disco te las puedes leer o te las puedes bajar de internet. También escuchas discos de los que no entiendes las letras».
Marina: «Yo no me sé ni una letra de My Bloody Valentine, porque he sido incapaz de entender ninguna. Nosotros no somos ellos ni mucho menos, pero nadie va a decirle a Kevin Shields: «macho, sube la voz, que no entendemos nada»».
Alejandro: «Si conseguimos mantener el timbre y que se entienda la voz sería perfecto».
Marina: «A mí me gusta que no se entienda. Aunque pudiera, yo no sé si lo preferiría».
¿Estás yendo a clases de canto?
Marina: «He tenido varios profesores. El primero me hacía sentir tan mal porque cantaba mal que no fui más. Era en una huerta con un gato que tenía pulgas, toda una aventura. Luego tenía una profesora, que nos hicimos amigas, nos contábamos las cosas y al final no hacía nada. Y ahora tengo otro que es más de arte dramático, más musical que lírico y estoy muy contenta con él. Aunque me queda mucho que aprender».
¿Creéis que alguna vez contaréis con baterías reales?
Alejandro: «Puede pasar en el futuro, de momento no».
Marina: «Tener un batería supondría que Paco tendría que venir de Barcelona a ensayar. El directo sería más problemático en cuanto a mi voz».
Alejandro: «Cuantos más instrumentos metes en el escenario es peor. Cuando la acústica del sitio o el equipo es muy malo, nos resentimos mucho. Hay grupos que con sonar alto ya funcionan porque puedes darle al «pum pum» y a la gente eso le gusta. Pero nosotros sonaríamos mal y flojo».
¿Tuvisteis problemas para elegir el single?
Marina: «Para mí era ‘Brilla como una estrella’. Yo lo tenía muy claro. Yo quería salir en el vídeo en primer plano haciendo cosas absurdas bien y detrás gente haciéndolo mal. Me parecía guay sacar un single que era como «meterse con los fans pero no». Pero a ellos les parecía demasiado popera, muy para el público Elefant, cosa que yo no comparto. Hicimos un sondeo entre nuestros amigos y cada uno dijo una, así que decidimos que lo eligiera el sello y ya está».
Alejandro: «En estas cosas te fías de la estadística, cuando un tanto por ciento te dice que una es la mejor. Pero cuando ves que cada uno dice una, te vuelves loco».
Marina: «¿Tú cuál hubieras dicho?».
Yo creo que ‘Forma, sentido y realidad’ es un single pero creo que habéis hecho bien en no elegirla porque puede espantar a gran parte de vuestro público.
Marina: «Anntona también decía que fuera esa».
Alejandro: «Al fin y al cabo es márketing y te da igual».
Marina: «‘Ley y moral’ me parece guay aunque la gente está entendiendo cosas que no hay que entender».
¿A qué te refieres?
Marina: «A comentarios que había en vuestra página. La gente buscaba una explicación a que destruyéramos cosas en el vídeo, que no existen. Y hay gente que dice que en los tiempos que corren destrozar comida es de muy mal gusto. ¡El pollo estaba caducado!».
Alejandro: «Leer los comentarios de vuestra página es muy divertido. En general, me da la sensación de que hay una competitividad por hacerse el gracioso… y te ríes. Cuando vi la noticia de Ricky Martin, sabía que me tenía que leer los comentarios porque me iba a partir. Sabía que la gente iba a soltar lo mejor de sí misma».
Marina: «Son muy ingeniosos, algunos».
¿’Mamá, no quiero ir al colegio’ no la planteasteis como single?
Marina: «‘Mamá’ es muy ‘Flashback'».
Alejandro: «Como somos un grupo que tenemos muchas vertientes, no queríamos repetir el mismo palo en single. Ambas son muy country-folk… aunque esta es más introvertida, ‘Flashback’ era más extrovertida. Aunque nosotros la hemos escuchado tantas veces que le vemos entidad propia».
¿’Eres un sinvergüenza’ podría ser como un resumen del disco, por su título, que explicasteis que estaba dedicado a la gente que os cae mal?
Marina: «Es de las primeras canciones que hizo Álex para el disco, esta y ‘Ya estaba así cuando llegué’, pero no sé si puedo decir de qué va exactamente esta canción».
Alejandro: «No, no puedes».
Marina: «Va de gente que te menosprecia y que de alguna manera tú te crees mejor que ellos».
Alejandro: «Gente que te putea».
Marina: «En mi caso jefes, que he tenido una buena colección de jefes locos. Si hubiera sabido escribir, igual me habría salido algo parecido».
Alejandro: «La pensamos como single, pero es la más indie-pop y la gente habría dicho que era indie-rock de toda la vida, que querían algo más arriesgado. ¡Pues venga!».
¿El inicio es un guiño a ‘Sugarcube’ de Yo la Tengo?
Alejandro: «El riff es una cita totalmente».
Marina: «Hay gente que dirá que es un plagio».
Alejandro: «Hombre, la canción a partir del segundo ocho no tiene nada que ver. Ese tipo de riff es muy el típico indie-rock genérico, de los 90 en España, también».
¿Qué más guiños hay en el disco?
Alejandro: «Hay algo que no era un guiño pero que nos dice mucha gente en relación a ‘Deja el odio para después de comer’ y el ‘Tigre del Guadarrama’, que me parece de las mejores canciones de Vainica Doble».
Marina: «Es mi favorita de ellas».
Alejandro: «No es una cita pero esa canción está compuesta en base al Preludio en Mi Menor de Chopin. ‘Deja el odio’ coge la armonía de la segunda parte de la canción».
¿El principio en alemán de dónde ha salido?
Alejandro: «Es Hitler».
Marina: «Álex sabe lo que dice porque lo ha leído por ahí, pero yo no».
Alejandro: «Hitler está en un discurso y viene a decir: «Los aliados dicen que somos intolerantes. Pues bien, lo somos». Lo he encontrado en Youtube».
En ‘Sobria y Serena’, ¿salió primero el título y luego la canción o al revés?
Marina: «Salió primero el título».
Alejandro: «No, no, primero la canción».
Marina: «Fuimos a Ávila a tocar al Ecopop e iban dos amigas, que se escaparon del festival a un bar cerca a tomar tequilas. Ahí dijimos: «Sobria y serena», por Sonia y Selena».
Alejandro: «Pero aún no había canción. Luego se hizo la canción y nos acordamos de lo de «Sobria y Serena», una broma que se queda grabada durante semanas».
Tanís dijo en una entrevista en Hipersónica que muchos de los grupos de vuestro sello, Jabalina, se terminaron deshaciendo porque eran parejas que habían dejado de serlo y me da un poco de cosa que el disco se cierre con ‘Desidilio’, que es sobre un amor que termina como en amistad. ¿Tenéis algo que contarnos?
Marina: «Yo creo que va más del poco caso que le hacían las chicas de adolescente a Álex. Que seguramente un día se flipara de que le iban a decir algo y al final le dijeran: «si quieres que seamos amigos, vale, pero más no»».
Alejandro: «Va de lo que parece que va a ser un idilio perfecto en un contraste total con la música, y termina con un «mira, paso de ti, pero podemos ser amigos». No lo veo como una cuestión de pareja sino más bien como de frustraciones».
¿Qué va a pasar con tu grupo paralelo, #Fo? ¿Sacáis nuevo disco?
Alejandro: «No, tenemos maquetas».
Marina: «Lo que pasa es que las cuelgan en la web de un amigo, y entonces hay quien los considera discos».
¿Lo que grabasteis en 2007 se considera disco?
Marina: «No, grabar CD-R en casa con un rotulador, creo que no».
Fotos: Blanca Galindo.