Nada mejor que llegar a un concierto de la norteamericana y ver cómo en las primeras filas alguna fan llevaba el pelo como Erykah en la portada de ‘Worldwide Underground’, que constituyó todo un referente en su momento. Había ganas de verla y se notaba, a pesar de que no llenó un recinto para un show que se quedó en algo más de la mitad de su aforo y que en su comienzo fue amenizado por Dj Burton Smith con “jitazos” de Prince, Michael Jackson o el trilladísimo ‘Sweet Dreams’ de Eurythmics.
La diva del neo-soul, como a todo el mundo le gusta llamarla, se hizo de rogar. No solo por los más de 30 minutos de retraso en el comienzo, sino porque hizo tocar a su banda durante varios minutos los primeros acordes de ’20 Feet Tall’. Más de uno pensó que algo estaba sucediendo hasta que apareció sigilosa, ataviada con sombrero y pantalones tejanos, cubierta con un gigantesco fular rojo y amarillo. Cayeron canciones de sus dos últimos álbumes como ‘Out My Mind, Just In Time’ o ‘The Healer’, de la mano de una banda que estuvo correcta, sin llegar a conmover y cuatro coristas que llegaron a ejecutar alguna graciosa coreografía sentadas en sus taburetes.
También pudimos disfrutar de éxitos pasados como ‘Appletree’, en una versión totalmente diferente y en la que Erykah nos deleitó en su faceta percusionista con una especie de «stylophone», a la vez que se podían escuchar bases electrónicas de Kraftwerk. Momento que el público celebró junto a sus clásicas ‘On & On’, ‘I Want You’, ‘Didn’t Cha Know’ o ‘Love Of My Life’, que fueron interpretadas de forma muy diferente a como son originalmente. No le gusta a Erykah repetirse y es dada a modificar esquemas.
A medida que transcurría un show de casi hora y media, Erica Abi Wright se fue despojando del sombrero, del gigantesco fular, se soltó su larga e inmensa melena castaña-dorada y hasta hizo un amago de quitarse la camisa. No llegaría la sangre a la ribera del Manzanares, lejos de repetirse las escenas rodadas y tan comentadas de su vídeo ‘Window Seat’, canción con la que cerró una velada, sin bises, no tan mágica como otras anteriores pero que nos contagió de mucho bien. Peace and Love. 7.
Foto: Miss Lauryn en Flickr.