Es el escándalo arty del momento. La mujer que aparece en la portada de ‘Contra‘ de Vampire Weekend se ha enterado de que está en la susodicha portada, que ya han visto unos cuantos millones de personas y poseen en su casa en forma de copia unos cuantos cientos de miles, gracias a que su hija, que no lee Pitchfork Media en absoluto, la vio por ahí recientemente y compró el álbum. Ann Kirsten Kennis, que vive en Connecticut, ha decidido denunciar el caso, aunque alguno podría proponer, de broma, que la denunciada fuera ella: ¿dónde han estado Ann, su hija y las amigas de su hija que duermen en su casa durante todos estos meses para no haber visto todavía la portada de un disco que, recordemos, fue número 1 en Estados Unidos?
El asunto es serio y tiene muy mala solución. La modelo dice que no sabe cómo la imagen, una Polaroid tomada en 1983, ha llegado a manos de la banda, por lo que no ha dudado en denunciar a Vampire Weekend y al fotógrafo que dice que la tomó y les concedió la licencia, Tod Brody, por el módico precio de 2 millones de dólares. No sólo en concepto del uso de su imagen en todo el globo terráqueo sino porque asegura que su firma para dar el visto bueno ha sido falsificada.
El abogado de Ann ha declarado a Ew.com que la instantánea fue tomada por su madre, ya que aunque parece que Ann era modelo, esta imagen en concreto no era una foto profesional. «Su madre era una adicta crónica a las Polaroids y solía vender archivos de fotografías a tiendas, a razón de cien fotos por cinco dólares (…) No sabemos lo que ha pasado. Ann no tiene ni idea de cómo ha llegado la foto a manos de este fotógrafo».
El fotógrafo que vendió la licencia a Vampire Weekend difiere. «La afirmación de la señorita Kennis de que yo no tomé la foto es completamente falsa. Sí tomé la foto en 1983. La foto ha estado en posesión mía todo este tiempo, durante 26 años, hasta que fue entregada a Vampire Weekend». Da un poco de mal rollo que su comunicado oficial no diga nada sobre la falsificación de la firma, y por otro la casualidad de que Ann sí fuera en realidad modelo profesional, pero el asunto se resolverá a largo plazo probablemente en los tribunales.
Ezra Koenig de Vampire Weekend ha comentado al NME que todo el proceso es «frustrante» y no nos extraña, pues la imagen es ya completamente identificativa para la banda. «No hay nada que podamos decir. Imaginamos que en los próximos meses habrá más cosas. Como es la primera vez que algo así nos pasa, queremos hacerlo bien». Su sello, por su parte, ha mandado un comunicado formal en el que aclaran que ellos han cumplimentado todos los procesos de copyright para usar la foto de portada de ‘Contra’ y que «presentarán su respuesta cuando revisen las alegaciones». En otras palabras, parece que el grupo y el sello tendrán poco que decir, a pesar de que su imagen también está en juego, y que todo estará entre el «fotógrafo» y la fotografiada.
Es uno de los riesgos de los artistas de hoy, dado el gusto por utilizar imágenes «vintage» o, por otro lado, fotos sin derechos de autor para su customización. ¿En qué medida se garantiza que los fotografiados estarán de acuerdo en aparecer en la correspondiente obra de arte? Recientemente Beirut se enamoró de una foto encontrada en una biblioteca y decidió usarla en la portada de su primer disco, haciendo un llamamiento a su autor a través del libreto. Quizá por sus buenas intenciones en aquel caso no llegó la sangre al río y no pasó nada cuando se descubrió enseguida que se trataba de una imagen del fotógrafo ruso Sergey Chilikov.
Se desconoce si Tod Brody ha respetado todos los procesos, pero Vampire Weekend ya difícilmente podrán olvidar lo desagradable de este asunto. Una pena porque la portada, junto a su libreto de corte ingenuo e infantil, resultaba bastante cuca. De hecho, cuando se lanzó el disco, el grupo habló largo y tendido sobre lo que significaba para ellos la portada, en declaraciones, entre otros medios, a MTV. «Sabemos de dónde viene la imagen, pero no sabemos mucho específicamente sobre la chica. No la conocemos ni nada así. La imagen es de 1983, mientras que la portada del primer disco era de 2006. Sin embargo, ambas parecían convivir en el mismo mundo. Cuando vimos esta imagen nos pareció asombrosa. Y parte de ello se debía a su rostro. No es el color de su pelo o el hecho de que lleve un polo. Es la expresión de su rostro lo que la hace interesante. Para mí, hay algo infinitamente fascinante en encontrar un bonito retrato de alguien, especialmente cuando tiene este look tan ambiguo, en el que la gente puede leer».
Ezra continuó hablando sobre la imagen durante un par de párrafos más, contando que cada uno de los miembros de Vampire Weekend interpretaba algo muy distinto sobre la chica (que si resultaba un poco porno, que si parecía de un anuncio de Polo), pero todos coincidieron en que iba bien para el título del disco. Tenían razón: ahora pueden cantarle perfectamente aquello de «I Think You’re A Contra».