Las palomas, las ratas del aire, no dejaron que Kings Of Leon concluyesen el concierto programado en la ciudad de Saint Louis (cerca de Chicago) el pasado viernes. Por lo visto, y según ha relatado la banda a través del Twitter del batería, una plaga de pájaros propició la salida inmediata del escenario del grupo, ante la avalancha de excrementos de paloma que estaban soportando.
Esta noticia, que parece más propia de El Mundo Today que de JENESAISPOP (bueno, o no), es seria: los excrementos de paloma son altamente tóxicos y, según relata el relaciones públicas de la banda al NME, «en la tercera canción, a Jared Followill (el bajista) le dieron en la mejilla, cerca de su boca. Era desagradable y peligroso, realmente lo intentaron y querían quedarse».
The Postelles y The Stills, que tocaron inmediatamente antes que ellos, también se quejaron por esta situación, aunque sí llegaron a terminar sus actuaciones.