LCD Soundsystem han hecho ya su último disco y están realizando su última gira mundial, que llegará a Barcelona el próximo 6 de noviembre durante el X aniversario de Razzmatazz, un día sí y otro no. Hoy toca que no después de que en una entrevista el cerebro de todo esto, James Murphy, haya dicho que podría («might») hacer otro álbum de LCD Soundsystem en el futuro. Leemos distintas declaraciones y llegamos a la conclusión de que ya no sabe ni qué decir, probablemente porque no sabe qué hacer. Pero una lectura de sus explicaciones al margen de los titulares «Habrá otro disco de LCD», «No habrá otro disco de LCD» revela de manera muy clara lo que le pasa.

Que el mundo esté preocupado por James Murphy es normal. ‘This Is Happening‘, aun repitiendo patrones ya mostrados en sus dos primeros álbumes en algunos puntos (sobre todo ‘Pow Pow’), es un disco apasionante, en especial gracias al desfase al que lleva ‘One Touch’ y a la preciosa ‘All I Want’; y su presentación en directo el pasado Sónar fue de lo mejor que hemos visto en nuestras vidas. Pero que él lo esté pasando mal también lo es.

El pobre entrevistador de la revista Go al que le tocó hacerle preguntas por teléfono para el número de junio contaba esto: «Un servidor, que ya había entrevistado a James Murphy antes en dos ocasiones, le recordaba como un tipo locuaz y animado, la clase de persona que se esfuerza por transmitir sus ideas y por ayudar al entrevistador. Esta vez, sin embargo, Murphy se ha mostrado huraño y silencioso: muchas de sus respuestas sobrepasaban escasamente el monosílabo y se le notaba enfadado, con la cabeza en otro sitio».

James contaba en aquel momento que no sabía si este sería el último disco, pero sí desde luego «el final de la banda tal y como ha venido funcionando hasta ahora». Vidal Romero le preguntaba cómo era posible abandonar LCD en un momento de tanto éxito y Murphy contestaba que porque es algo que ya ha hecho y no le gustaría «repetir una y otra vez». «Ahora mismo LCD Soundsystem está en un nivel tan alto que requiere toda mi atención, es demasiado absorbente. Y también es demasiado caro, y lo que sí tengo claro es que no volveremos a trabajar con EMI».

¿Qué quiere entonces hacer con su vida? En la BBC daba algún detalle. Principalmente, parecía muy frustrado por no haber podido colaborar con varios artistas, por ejemplo, Arcade Fire en dos discos diferentes (suponemos el segundo y el tercero de los canadienses), por falta de tiempo. «También me encantaría pasar tiempo con los hermanos Dewaele (Soulwax y 2many dj’s). Nunca he tenido tiempo de sentarme en el estudio tranquilamente con ellos, y somos amigos desde hace mucho y muy cercanos. Me encantaría poder decir: «Hey, vamos a pasar un mes juntos trabajando en algo», pero no podemos». Por la misma razón no pudo trabajar en los discos de su sello, DFA, de The Juan Maclean ni Holy Ghost.

A continuación, daba buena cuenta de lo que quería hacer. «Quiero montar un festival en Nueva York. Hay un montón de cosas que quiero hacer. Soy una persona hiperactiva por naturaleza. No he hecho un remix desde hace mucho. No he sacado un 12 pulgadas desde hace mucho y lo echo de menos. No he hecho una fiesta semanal desde hace mucho y lo echo de menos desesperadamente. No he tenido la oportunidad de encontrarme sin un plan que hacer».

Que le gusta colaborar lo sabe todo el mundo. Hace poco Soulwax han remezclado ‘You Wanted A Hit’, se ha dejado remezclar con vídeo y todo por Holy Ghost, ha preparado una versión de ‘Empire State of Mind’ de Jay-Z (minuto 6), ha compuesto gran parte de la banda sonora de ‘Greenberg’ y ha hecho este vídeo para ‘Bye, Bye, Bayou’, la versión de Alan Vega de Suicide que grabó el año pasado.

Quizá no nos habíamos dado cuenta de que lo importante para él no es lucirse en sus discos sino estar con sus amigos y trabajar con los demás. Una rara avis en el mundo del divismo. Pero en un texto escrito para el número 13 de la revista Five Dials, que se editó con artículos de Kele Okereke o Ryan Adams, era más explícito todavía. Su aportación a la revista hablaba sobre todo de la creación de ‘Losing My Edge’, aunque en un momento se sinceraba. «Tenía 32 años cuando mi primer disco salió. Supongo que me siento a gusto con la idea de hacerme mayor. Estaría bien que no me doliera la espalda. Me gustaría recuperar algo de tiempo. No tengo hijos y me gustaría y luego está la mierda de la mortalidad. Mi padre murió a los 69 años cuando yo tenía 31. No creo que yo roce los 70».

La noticia de hoy es que ha dicho lo siguiente: «Haré 12 pulgadas y cosas así. Simplemente necesito mantenerme lejos de ser una gran estrella. (…) Este disco debería ser el último. Pero seguiré haciendo música. Incluso podría incluso hacer un álbum. Simplemente me estoy bajando del tren de sacar un disco tras otro. No estoy descartando nada salvo girar de manera profesional». Entendido, James. Tómate tu merecido descanso.