Es fácil imaginarse a Giorgio Bassmatti como el protagonista de ‘Adiós, agua’, la canción que cierra este trabajo, con las olas batiendo a sus pies, guitarra en mano, lanzando mensajes en botellas y esperando a que una ola le devuelva una respuesta. Es fácil porque no se diferencia mucho de cómo hemos visto a Bassmatti en su canal de Youtube, que era, hasta ahora, la única manera de conocerle desde la distancia. Rompiendo su intención inicial de no grabar nada en otro formato, publicó hace unos meses en Birra y Perdiz ‘Apropósito’, su fabuloso debut, que no es, en realidad, debut, pero sí fabuloso.



El apropósito es un género dramático menor de duración breve que trata, desde un punto de vista crítico pero humorístico, temas de actualidad que los espectadores conocen y en los que, quizá, se reconocen. Todo esto es también este disco: corto (por desgracia), cercano y muy divertido. Eso sí; mientras los autores de apropósitos trabajaban contra el reloj para evitar el desfase de las letras, Giorgio Bassmatti ha practicado el slow music con estas cinco canciones, mimándolas y trabajándolas sin presión en un proceso que ha durado casi un año y en el que ha contado con la ayuda de Yon Vidaur (Ama).



‘Apropósito’ es un breviario de estándares pop, directo, sencillo. Sus canciones nos suenan de antes porque no ocultan todo lo que deben a sus referentes (como tampoco se hacía en los apropósitos, que se inspiraban en obras muy conocidas con la intención de llegar mejor al público). No por esto pierden personalidad propia ni capacidad para la sorpresa, apoyadas en una producción exquisita y en las historias que cuentan, todas ellas tan reconocibles, tan íntimas y, al mismo tiempo, tan universales.



‘DJ invitado’, muy del palo La Casa Azul, es el single pop perfecto, un hit inmediato que se pega como el chicle y que habla de esa sensación tan común de no pertenecer al mismo mundo que los demás. La historia de este DJ incomprendido que duda entre pinchar a Espanto o a Los Panchos termina de manera magistral con la inevitable referencia al ‘Panic’ de The Smiths. ‘El Mejor Amigo de la Mujer’ continúa por la vía del humor para explicar, espero que con fingida indiferencia, las ventajas de estar solo después de una ruptura.


‘Pasos y traspasos’ está llena de mensajes que parecen sacados de un libro de autoayuda. Es, quizá, la más facilona y floja del disco. La única, en realidad. A cambio, es la que abre camino al guitarreo power pop que en ‘Dale doble vuelta (a la puerta de casa)’, algo así como un posvillancico sobre la rutina de una vida que es puro bucle, se va a volver más sucio e interesante. Y para acabar, otro quiebro. En ‘Adiós, agua’ la corriente se calma, las guitarras permanecen mudas y Bassmatti pone los pelos de punta con una nana marítima de delicioso final. Y ya. Muy corto, sí, pero inmenso en sus pequeños detalles y en el cariño con que están tratadas las canciones.



2010 ha sido un buen año para el pop patrio en general y para Birra y Perdiz en particular (también ha editado a Espanto, Los Ginkas y Kokoshca), y ‘Apropósito’ lo confirma. Por si nos hemos quedado con ganas de más, que es que sí, y no podemos esperar a una nueva entrega, Bassmatti ya ha publicado en su perfil de Bandcamp nuevas canciones.




Calificación: 7,7/10

Lo mejor: ‘DJ invitado’, ‘Dale doble vuelta (a la puerta de casa)’, ‘Adiós, agua’

Te gustará si te gusta: el pop.

Escúchalo: Bandcamp , Youtube.