Las principales influencias de muchos de los grupos que han arrasado en Gran Bretaña desde mediados de los 90 hasta nuestros días suelen ser compatriotas como The Beatles, The Jam, The Smiths, Joy Division/New Order, etc. Hemos escuchado ecos de todos ellos en infinidad de álbumes. Por contra (y por suerte), existen otros proyectos que decidieron no seguir esa ruta, y complicarse más la vida en ello. Elbow, originarios de Manchester, son un ejemplo de cómo construir una carrera con personalidad al margen de modas circundantes, aunque eso mismo les costase ir de discográfica en discográfica en busca de una casa que apoyara sus ideas.
Su perseverancia dio merecidos frutos en 2008, cuando ‘The Seldom Seen Kid‘, su lanzamiento más reciente, recibió el Mercury Prize, además de ocupar el primer puesto de los mejores discos de ese año para algunos medios. Aunque no son de las exportaciones de las islas que más han arrasado fuera de sus fronteras, algo incomprensible por otra parte, ellos siguen erre que erre con ‘Build A Rocket Boys!’, su quinto LP.
No es asunto fácil describir la música de la banda de Guy Garvey. Por las características y giros vocales del frontman, es fácil pensar en Peter Gabriel. Por la brillante gestión de los silencios, no puede faltar un referente como Talk Talk. Las atmósferas y estructuras rítmicas van a veces de la mano con aquellas de Bark Psychosis; y pueden salir sus vecinos Doves a relucir cuando se ponen tanto romanticones como rockeros. Grosso modo, son así los paisajes que encontrarán los que se adentren en el álbum. Los ocho minutos de ‘The Birds’ ponen el contador en marcha con un ritmo constante que acaba en crescendo, al igual que ‘Lippy Kids’. Ambas forman un comienzo de una majestuosidad y belleza sobrecogedoras. ‘With Love’ es una personal perspectiva del gospel, mientras que ‘Neat Little Rows’, el single, tiene mayor contundencia; es el momento rock del disco.
A partir de aquí, las aguas se calman considerablemente, a juzgar por la folkie ‘Jesus Is A Rochdale Girl’ y ‘The Night Will Always Win’, una balada con poco más que el piano y la voz de Garvey, que vuelve a poner los pelos de punta. En ‘High Ideals’, el quinteto aborda otro género, el rhythm and blues estilo Bo Diddley, combinando ese famoso ritmo con su épica. ‘The River’, dominada de nuevo por el piano, y ‘Open Arms’, más animada y repleta de coros, repiten momentos experimentados en cortes anteriores. Tras una segunda y breve parte de ‘The Birds’, llega el final, precioso final, con ‘Dear Friends’, que suena tal y como tenían que haber sonado Coldplay en ‘X&Y’ en vez de querer ser los sustitutos de U2 a toda costa. Elbow vuelven a hacer diana, y van unas cuantas en su carrera.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘The Birds’, ‘Lippy Kids’, ‘With Love’, ‘Neat Little Rows’, ‘The Night Will Always Win’, ‘High Ideals’, ‘Dear Friends’.
Te gustará si te gustan: Peter Gabriel, Talk Talk, Doves, Bark Psychosis
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