Hay que ser muy bueno para conservar la credibilidad en ciertos géneros. ¿Puede un japonés tocar flamenco? Hay música que parece marcada en los genes de un pueblo y todo lo que salga de fuera de allí va a ser algo profano. En el caso de Guadalupe Plata, sus genes son jienenses (más concretamente, de Úbeda), pero parecen proceder de algún pueblo perdido de Texas. No les hace falta cantar en inglés, todo lo contrario: si lo hicieran no serían tan auténticos. Su blues rock áspero y polvoriento entra por las venas. Sobre un escenario, te los crees: Carlos Jimena aporrea la batería, cencerros robados a algún pastor y demás artilugios como si no hubiera hecho otra cosa toda su vida; Paco Luis Marto, con su apariencia de profesor, maneja con soltura un contrabajo construido con un barreño, un palo y una cuerda de arrancar una motosierra, y Perico de Dios envuelve todo con un slide frenético y a veces se acerca al micrófono para soltar un alarido.
Se dieron a conocer con un EP homónimo hace dos años y recorriendo escenarios a cada cual más particular (en su MySpace podéis ver un video en el que tocan ‘Como una serpiente’ mientras una chica hace un espectacular striptease) y ahora publican su primer larga duración, también homónimo. Ha sido grabado en tres enclaves diferentes: con Paco Loco en el Puerto de Santa María, Maxi Ruiz en Málaga y Pablo Sánchez en Granada. Sin embargo, gracias a la masterización de Mike Mariconda suena consistente, como un todo sucio y pantanoso donde la voz aparece a lo lejos, saturada, el bajo es redondo e imponente y sientes cada rasgueo de guitarra en las propias carnes.
La banda no se fija tanto en los renovadores del blues rock de los últimos años como la Jon Spencer Blues Explosion o los White Stripes como en los que han atrapado la imaginación de los cruces de carreteras, los pactos con el diablo y toda la mística que rodea a los pioneros de la primera mitad del siglo XX, como Robert Johnson o Charlie Patton. De contar con referencias actuales, tienen más que ver con outsiders como Billy Childish o los Soledad Brothers.
‘Guadalupe Plata’ es un torbellino de blues sin interrupciones, instrumental en su mayor parte excepto cuando Perico de Dios suelta alguna corta proclama: «Estoy roto, vuelvo a casa», «Oh, Lorena», «¿Qué se siente al matar un gatito?». Trece canciones encadenadas con un ritmo eléctrico que hacen sudar incluso si te encuentras en Siberia.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Como una serpiente’, ‘El tigre y la yedra’, ‘Estoy roto’
Te gustará si te gustan: Soledad Brothers, Billy Childish, el lado más blues de Jimi Hendrix
Escúchalo: Spotify, Bandcamp