Mientras en EE UU, la venta de música comienza a estabilizarse gracias a la subida del soporte digital, en España no tocamos fondo. Todo aquel que entrara ayer en la web de Promusicae para leer la nueva lista de ventas se encontraba con un nuevo informe desolador. Y es que si en 2008 los 126,5 millones de euros facturados los seis primeros meses hacían saltar las alarmas, en 2011 esa cifra se ha reducido incluso a la mitad, hasta 62,5 millones de euros. A principios de la década esa cifra era de 250 millones de euros.

La caída del soporte físico llega al 30,5%, mientras el mercado digital sube sólo un 15,4%, menos (en porcentaje) que el año pasado y sobre todo gracias a servicios de streaming tipo Spotify, que suben un 303% mientras las ventas de temas y discos online (iTunes, etc) caen de hecho un 20%. A pesar del dato optimista en cuanto al streaming, este representa sólo 10 millones de euros facturados, una cifra muy pequeña comparada a los años dorados de la industria.