The Drums / Portamento

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The Drums / Portamento

Hay bandas como The Drums que nacen bajo la sospecha del hype y difícilmente logran escapar. La sobada expresión «difícil segundo álbum» parece inventada para ellos. Con un gran álbum de debut como único crédito (sus directos, de momento, no convencen), ‘Portamento’ es la obra con la que el grupo neoyorquino es sometido a juicio, que llega precedida de un cambio de sonido advertido por la propia banda. Según el ahora trío, en este disco han introducido en su música influencias de electrónica con solera (Kraftwerk, Wendy Carlos), aún manteniendo el ya conocido patrón de indie pop de guitarras, con The Smiths y el C-86 como referencias más claras. Y además, para su escarnio, declaran no sentirse cómodos tocando su mayor éxito. Afilen sus hachas.


Personalmente, comprendo su argumentación respecto a prescindir de ‘Let’s Go Surfing’ en su repertorio. Esa canción era la insignia de un álbum que, como decíamos en su día, transmitía ese sentimiento de euforia juvenil en época de estío, con letras un tanto obvias plagadas de todos los clichés que uno puede esperar. Es en ese sentido en el que sí parece haber habido una evolución en las canciones de The Drums. Ahora sus letras, y no solo porque lo diga Jonathan Pierce, se perciben más trabajadas y abren la ventana a una desoladora brisa que susurra frases amargas y dolorosas, como «and the days go by and I never needed you; we were just wasting time» (‘Days’), «so, do you remember the old times? Those were the only times», una negatividad que ya se vislumbraba en canciones precedentes como ‘It Will All End In Tears’ o ‘We Tried’. La lírica de Pierce es mejorable, sí, pero este es un buen paso adelante.

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En lo musical, por contra, no se advierten diferencias tan drásticas como decían, más allá de ese espíritu melancólico y pesimista que sí transmiten, gracias a la aumentada presencia de arreglos de sintetizador. Sin embargo, su manera de construir ritmos post punk con acerados punteos de guitarra y melodías vocales, se pongan como se pongan, vuelve a rememorar al joven Morrissey. ¿Y qué hay de malo? Pues nada de nada, al contrario, todo muy bueno. De lo que se trata esto es de que sea un disco entretenido, bailable y tarareable sin caer en lo excesivamente obvio. Y ahí, The Drums lo clavan.

Con una primera parte que roza la perfección, de ‘Book Of Revelation’ a ‘I Don’t Know How To Love’ con memorables paradas en ‘Days’, ‘What You Were’ (con un saxo discreto y estupendo) y el single ‘Money‘ (ha acabado resultando mucho mejor de lo que parecía al principio), y una segunda levemente menos ágil pero también brillante (‘If He Likes It Let Him Do It’, ‘I Need A Doctor’ -el corte más marciano del disco-, ‘How It Ended’ -candor agridulce-). Incluso esa balada tecno con apariencia de (falso) interludio, ‘Searching For Heaven’, se muestra profunda e inquietante. Y es que, si ‘The Drums’ servía a la perfección de banda sonora estival, ‘Portamento’, casualmente o no, posee el espíritu agridulce del fin del verano en el que ya nos encontramos. Y The Drums salen absolutamente indemnes en esta ocasión, gracias a un álbum que abunda en sus talentos conocidos y apunta a una sugerente vía de futuro.

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Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ‘What You Were’, ‘Money’, ‘How It Ended’, ‘Days’, ‘In The Cold’.
Te gustará si te gusta: The Smiths, Orange Juice, The Pains Of Being Pure At Heart.
Escúchalo: 3 Voor 12.

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