Russian Red ha ido mejorando sus conciertos festivaleros para miles de personas con el paso de los años. Del tibio show ofrecido en Benicàssim con el primer disco se ha ido llegando al notable concierto que dio el pasado verano en el escenario grande de este mismo lugar. Sin embargo, parece claro que el espacio natural para disfrutar de su propuesta cincuentera es un teatro y por eso la presentación oficial de ‘Fuerteventura‘ en Madrid, tras su paso especial por festivales, conciertos para la tele, fiestas privadas, etcétera, tenía que ser en un lugar como el Arteria Coliseum de la Gran Vía.
La espera mereció la pena porque además esta vez se pudo ver a Lourdes interpretar sus canciones junto a Stevie y Bob de Belle & Sebastian, que han tocado en su segundo álbum, y que, tras venir desde Glasgow exclusivamente para este show, se colocaron tímida y discretamente al lado derecho del escenario. El set mostró el repertorio habitual en esta gira, que arranca con ‘The Memory Is Cruel’ y se desprende de ‘I Hate You But I Love You’, ‘The Sun, The Trees’ y ‘Fuerteventura’, las canciones más comerciales de su segundo disco, en una primera mitad, con versiones casi calcadas a las de estudio.
La banda de Lourdes estaba completada con Charlie Bautista y Pablo, su batería actual. Hacia la mitad del concierto desaparecieron los escoceses y Lourdes quiso interpretar alguna canción con la que es su formación actual normal, con la bienvenida a Brian Hunt a la guitarra. Así, y con ella en las percusiones, sonó una interesante nueva versión de ‘They Don’t Believe’, mucho más juguetona y menos acústica, ideada por Pablo.
Con distintas formaciones se fueron interpretando temas como ‘No Past Land’, ‘Loving Strangers’, ‘January 14th’ o ‘Cigarettes’. En el bis sonaron una versión de ‘Baby It’s You’ cercana a la interpretación de Smith o ‘A Hat’, que Lourdes tocó en solitario con su guitarra. Y este fue uno de los mejores momentos de la noche. Su banda es excelente, podemos agradecer los coros de Charlie, la solvencia (e imagen ultracool) de Hunt, o ver a Stevie y Bob añadiendo suciedad y distorsión contenida a la ya deliciosa ‘My Love Is Gone’, pero en definitiva, y a pesar de cierta falta de confianza para bailar o hablar entre canción y canción, nada como sus composiciones al desnudo para convencer a los escépticos. Incluso en la tribal ‘Mi canción 7’, que ocupó el segundo bis, lo que se vio sobre el escenario fue, sobre todo, un buen concierto de Lourdes Hernández. 8.