La primera vez que vi en directo al trío de Brooklyn, que fue allá por 2008 en la Razzmatazz 3 de Barcelona, probablemente fuera la vara con la que habría de medir las siguientes ocasiones en las que volviese a ver a los de Oliver Ackermann sobre un escenario. Y es que fue un concierto de diez, en el que presentaron los excelentes temas de su homónimo disco de debut, con el volumen a tope y con una rabia y actitud que envidiar.
Desde entonces, nunca han vuelto a emocionarme de igual manera, y el concierto de anoche en El Sol no fue una excepción. Algo extraño, pues siguen teniendo buenos temas (su último EP, ‘Onwards To The Wall’, mantiene el nivel) y aparentan tener las mismas ganas de darlo todo una vez los ves salir. ¿Qué salió mal entonces? ¿Por qué con tan buenos ingredientes no se pudo degustar un menú suculento?
Primero de todo, eligieron interpretar un set donde muchas de sus mejores canciones, como ‘Missing You’, ‘Don’t Think Lover’, ‘It Is Nothing’, ‘To Fix The Gash In Your Head’ o ‘In Your Heart’, precisamente en las que más garra y energía sueltan, estaban ausentes. Craso error. Sonaron otras que no tienen nada que envidiar a las citadas, como ‘Deadbeat’, ‘Keep Slipping Away’ o ‘Ego Death’, pero faltaba algo, se les veía dispersos, como más centrados en posar y llenar la sala de humo que en tocar. Y es que levantar la guitarra por los aires y jugar con luces y sombras no lo es todo.
Hacia el final del concierto remontaron un poco con la tremenda ‘I Lived My Life To Stand In The Shadow Of Your Heart’ y su alargado final, repleto de feedback. Un bis con ‘Nothing Will Surprise Me’, de su último EP, apuntaba a que tal vez tenían todos los ases guardados en la manga, pero resultó ser la última, dejándonos con una sensación extraña. ¿Les faltó algo más de volumen, quizás (¿para qué vendían tapones si podías oír hablar al de al lado en según qué parte de la sala)? ¿Un setlist más acertado? ¿Menos humo, menos pose y más «estar a lo que hay que estar»? Es un misterio que, sea como fuera, terminara ligeramente decepcionado. 5,5.