Después de verse obligada a cambiar en el último minuto el recinto de su concierto en Barcelona por el cierre de la Sala Apolo, pero por lo que se comenta, salvando perfectamente los muebles, Bat for Lashes acudía a Madrid para actuar en un inesperadamente abarrotado Teatro Kapital. ¿De dónde salían tantísimos fans de todas las edades de Natasha? Probablemente no fueran más que el merecido fruto de una carrera que cada vez parece más sólida y consistente. ¿Quién se acuerda ya de aquellos años en los que se decía que Bat for Lashes era una imitadora de Björk?
El reciente ‘The Haunted Man‘, su tercer trabajo, puede carecer de pelotazos tan claros como ‘Daniel’, pero aun así es un interesante ejercicio de madurez y contención. Para defenderlo, se apostó por una puesta en escena que incitaba a la introspección, con diversos faroles situados estratégicamente por todo el escenario, músicos solventes pero nunca desmelenados, siempre en un discreto segundo plano, y sobre los que Natasha se convertía en la única protagonista vestida completamente de blanco. Ella no dejó de sonreír al público, bailar cuando la canción lo requería, y cantar de manera casi perfecta baladas como ‘Laura‘, que desde su solemnidad se convirtió en un momento realmente tan emocionante como prometía.
El set se había abierto unos minutos antes con ‘Lilies’. ‘What’s a Girl to Do?’, de ecos evidentes a Siouxsie and The Banshees, fue introduciendo al público en esa maraña de ambientes siniestros que contienen sus composiciones, sensaciones que se confirmaban en la estupenda ‘Glass’. El público no estaba allí sólo para escuchar las cumbres de ‘Fur and Gold’ y ‘Two Suns’ y diría que la canción que definitivamente metió al respetable en el concierto fue su último sencillo ‘All Your Gold’, ya celebrado como un hit.
Evidentemente, nada se pudo comparar al furor provocado por ‘Daniel’ como despedida final, como segunda canción interpretada en el único bis. Por algo era un temazo que incluso mereció ser más grande de lo que ya fue. Sin embargo, la complicidad vivida con el público cuando ese micrófono se le alejó de la boca mientras tocaba las primeras notas de ‘Horse and I’ o cuando sonaban canciones como ‘Sleep Alone’, fueron también la prueba de que el trabajo de Natasha ha ido en la dirección correcta. Ignoro si la suerte la acompañará y la próxima vez podremos verla en un recinto más grande y con una acústica más nítida, pero lo seguro es que su fama no retrocederá en absoluto después de lo visto este fin de semana. 8.
Foto y vídeo: Erik (Dcode)