Bla: «Meterse en política no es complicado si encuentras cómo sentirte cómodo»

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Bla: «Meterse en política no es complicado si encuentras cómo sentirte cómodo»

bla-2013Bla publican esta semana su nuevo disco, el entretenido ‘La falta básica‘, en el que la canción protesta (‘Los siervos de la gleba’) se encuentra con una vuelta de tuerca a la misma (‘Himno reaccionario’) y canciones que parecen infantiles pero en realidad son una metáfora de una relación de amor (‘Historia de un árbol y sus habitantes’). Hablamos conel dúo sobre este proyecto que presentan este 6 de julio en Madrid. Contesta Belén, pero «con Luis al lado opinando». La entrada sin vinilo son 4 euros y con vinilo, 16, a través de Ticketea.

‘Los siervos de la gleba’ hace un paralelismo con el mundo feudal, está claro que las cosas están fatal y para la juventud no hay futuro, la gente no encuentra trabajo, emigra, etc, ¿pero no temíais ir demasiado lejos con la metáfora? ¿O no os parece que haya tal hipérbole? O por otro lado, ¿no temíais sonar algo populistas? Meterse en política siempre es complicado…
La verdad es que no temíamos ir demasiado lejos, más bien temíamos quedarnos cortos y estar lanzando un mensaje que dijera: «bueno, no importa, vamos a querernos mucho y a follar» -como decías en la crítica (nos alegramos de que se haya captado el mensaje)-, «y con eso se soluciona todo»… quedarnos en un conformismo individualista en el que cada uno se consuela como puede del abuso sin luchar políticamente. Este era el temor, pero a la vez nos pareció que ya el hecho de estar comparándolo con la época feudal era suficiente denuncia, o al menos era la manera que teníamos de hablar de esto sin salirnos de nuestro lenguaje y estilo. Meterse en política no tiene por qué ser complicado si encuentras la manera de sentir cierta comodidad expresándolo.

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Desde el punto de vista semántico me pregunto si ha sido una canción difícil de construir o la teníais muy clara. No usa palabras muy habituales en el mundo del pop. ¿Es un tema más Belén o más Luis?
Bueno, como teníamos claro lo que queríamos contar no fue muy difícil, y fue divertido investigar cosas de la Edad Media que pudieran encajar, hicimos también consultas a un amigo medievalista para no poner alguna burrada. Más difícil fue seleccionar y rimar y quedarnos sin algunas cosas que no había manera de meter. Es un tema de los dos, siempre contando con que la de las letras es Belén y el de la música Luis. Pero igual que hay otras canciones del disco en las que coincidimos menos, en esta estábamos ambos muy de acuerdo en sacarla como primer single. Nos gusta mucho de música y de letra.

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Algunas de las historias del grupo siguen siendo infantiles, ‘Historia de un árbol y sus habitantes’ es como un cuento. Sin embargo, después el título del disco va «súper en serio» y puede parecer hasta pretencioso, ¿por qué recurrir a algo así? ¿En el fondo os gusta ser tomados en serio? ¿Disfrutáis de dar a Bla un toque más trascendental?
Ja, ja, ja… Es que ‘Historia de un árbol y sus habitantes’ no es un cuento. Es una metáfora de un momento de una relación de pareja… Habla de esos momentos en que te abstraes, en que no eres capaz de estar tan cerca de la otra persona como quisieras o como piensas que debes estar y te evades un poco, pero para acabar volviendo porque eres parte de algo que formáis los dos, uno es el tronco, y el otro la parte dinámica que sube y baja (monos, culebras, etc…) y se complementa así la cosa, como los árboles mismos… Pero bueno, también nos gusta la idea del cuento…

En cuanto al título del disco, puede ser un poco espeso, pero no nos resulta tan lejano, ya que tenemos muchos conocidos psicólogos y psicoanalistas. Ya de entrada nos gustaba mucho su sonoridad. Nos llegó a través del estado de Facebook de una amiga psicóloga, Violeta, y corrimos a preguntar. “La falta básica” es un término acuñado por Michael Balint que habla de una sensación de vacío que tiene alguna gente y que se debe a algo que te faltó (atención, cariño, presencia…) en tu primera infancia antes de desarrollar el lenguaje, por eso es una sensación que no sabes explicar bien… Esa sensación creemos que es muy fácil tenerla y que aparece en algunas canciones del disco como ‘Entrenadora de penas’, ‘Ni hablar del sol’ o ‘El problema de ser un problema’. Por otro lado nos gustaba también el doble sentido que cobra el título, ya que ahora hay mucha “falta básica” de cosas materiales, y como el single iba a ser ‘Los siervos de la gleba’… Y no sé, hoy por hoy, no queremos ser tomados ni en serio ni en broma. Nos contentamos con ser tomados, que a veces parece que somos muy difíciles de ubicar… Así que aprovechamos para agradeceros la entrevista.

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‘Historia de un árbol y sus habitantes’ me parece, musicalmente, una de las canciones más chulas del disco, me sorprende la metáfora animal, ¿por qué creéis que habéis hecho esta asociación inconsciente entre synthpop e historia infantil? ¿Quizá por edad, por haber crecido en los 80 o quizá no es tan inconsciente? (NdE: este cuestionario se contestó por mail)
Más o menos te hemos respondido antes. A Luis le gusta mucho la música también… Es de sus favoritas, está pensando en hacerla instrumental y empezar así él solo los conciertos.

‘Himno reaccionario’ me parece una de las canciones más interesantes. Al principio parece como una oda a los hombres, que debe su título a un sentimiento de culpabilidad entonado por una feminista… pero al final no, es una canción sobre ir con los malos, ¿verdad? ¿Y por qué no ir con las malas? ¿Quizá de ahí el título?
Esta canción habla de la incapacidad de Belén para permitirse odiar del todo sin sentirse culpable (aunque la va superando bastante). Lo de ‘Himno reaccionario’ es porque la canción tiene algo de política también, si te fijas hablamos de la incapacidad de odiar del todo a cualquier pequeño enemigo cercano de nuestra vida cotidiana, pero también de odiar “al terrorista de estado” que no son otros que muchos de nuestros dirigentes. Nos parecía que decir «jo, es que, pobre, esta mujer que seguro que de joven era buena y no creaba políticas torturantes para la población» o «este otro que va acabar cegato perdido sin poder meter la llave en la cerradura», o «este al que le da vergüenza soplar las velas»… podía ser un poco humanizarlos y disculparlos, por eso lo de llamarlo “reaccionario”. Y con esto no queremos decir que lo que haya que hacer sea ir y matarlos a todos, sino al menos no sentirse culpable por sentir esta rabia. Lo de malos y no malas, pues eso, porque por el momento la forma de expresar el genérico masculino y femenino es la “o”, pero también hablamos de las malas, claro que sí. Y musicalmente y de estructura nos gusta mucho, es otra de nuestras favoritas.

¿Los nombres que salen en ‘Me gustaría que te llamaras Oliver’ son «random» u os habéis inspirado en algo en concreto?
Oliver es elegido, pero no es nadie en concreto. Los otros están elegidos en función de su sonoridad, lo que nos evocan y su rima sobre todo… Pero nos hace gracia que salga un Olav, como homenaje a Okan, por ejemplo. Y bueno, queríamos que fueran un poco exóticos, no Juan o Félix… que son menos sugerentes para una canción así.

En ‘Ni hablar del sol’ hay una frase que me hace mucha gracia, teniendo en cuenta lo tímido que es Luis: «Ni con mi novio, que es tan guapo». En ‘Me gustaría que te llamaras Oliver» fantaseáis con otras relaciones. Es una pregunta típica, ¿pero en qué medida condiciona vuestra condición de pareja las letras de Bla? Imagino que a veces os inspiraréis en historias de amigos o incluso creáis personajes… pero me cuesta imaginar a Luis cómodo con algunas de estas letras.
Ja, ja, ja… Sí, a veces se muere mucho de la vergüenza, sí, y ha llegado a censurar algún principio de letra. Pues nos inspiramos bastante, la verdad… Al menos la idea inicial, luego ya cuando se desarrolla se puede acabar alejando y no teniendo mucho que ver con lo que es nuestra relación. Y sí, nos hemos inspirado en historias ajenas también, en Lkan y en Bla, una canción puede acabar siendo una mezcla de muchas cosas.

¿Habrá medley entre ‘Para otros soy otra cosa’ y ‘Yo no soy esa’? ¿Hay conexión entre las dos canciones? Es curioso que interpretéis, tan seguidas, dos canciones sobre la identidad…
Hum… No estaría mal… Pero musicalmente sería difícil. Esta canción fue la primera letra de este disco y coincidió con un cambio de casa, que es algo que a Belén le descoloca muchísimo, y empezó a pensar en quién era ella al cambiar de contexto. Y en quién era ella para los demás, en cómo era vista por el nuevo vecindario, en si eres como crees que eres, como cree la gente cercana que eres o eres como te ven los desconocidos… O todas las cosas. Y de ahí ya el resto de la canción, en la que fuimos metiendo cosas más cotidianas…

Ayer en Disco Grande no recordasteis qué equipo de fútbol se puso ‘La mejor enfermedad’, la canción, para animarse, ¿habéis encontrado el dato?
No, lo hemos buscado, pero cambiamos de ordenador y se quedó por ahí…. Era un equipo pequeño.

En el primer disco en realidad no usasteis como singles las canciones más comerciales, ¿esta vez también será así?
Bueno, ‘Yo soy como Portugal’ sí nos parecía de las más comerciales. Quizá ‘Te espío y te archivo’ no tanto, pero nos gustaba mucho. Esta vez no sabemos. Hicimos una encuesta entre amigos y conocidos y viendo que cada uno decía lo que le daba la gana lógicamente y que la ganadora no la acabábamos de ver como primer single, acabamos haciendo lo que creíamos desde el principio, que curiosamente coincidió con el criterio de dos de nuestros más antiguos fans. En Elefant fueron bastante buenos y después de mandarles mil mails mareantes cambiando de opinión nos dejaron campo libre. Pero con la que más dudamos fue con ‘Para otros soy otra cosa’.

No me puedo concentrar en nada de ‘Canción de amor’ después de ese angustioso silencio después de la frase «sácatela» (así de sucia nos ha quedado la cabeza después de parte del repertorio de L kan), pero por lo que veo, habéis evitado de nuevo las canciones de sexo para que no ensombrezcan a las demás. ¿Es así? ¿Nunca mais?
Ja ja ja… No, nunca más tampoco, de hecho ‘Los siervos de la Gleba’ habla más finamente de sexo. Lo que sí nos propusimos fue en Bla no decir “follar”. Quizá en L kan sí volvamos a tocar el tema si se nos ocurre algo que decir. Bueno, nuestro último single de L kan empieza diciendo «¿Qué es el sexo?» y es medio infantil…

Llama la atención que para algo que habéis grabado con L kan sea un single infantil, sobre todo porque creo que no tenéis hijos, ¿la habéis hecho bajo petición o porque era lo que os pedía el cuerpo por alguna razón?
No, no tenemos. Pero tenemos sobrinos, hijos de amigos y nos llaman de vez en cuando para tocar para niños, por eso nos pareció que procedía y bueno, llevan toda la vida diciendo que sonamos a música de niños, ya era hora de sacarle partido. Además muchos de nuestros seguidores de L kan y de otros muchos grupos independientes tienen hijos con los que quieren poder ir a conciertos, de ahí que haya tantos ciclos de indie para niños… Lo que nos lleva a preguntarnos: ¿será el indie para las nuevas generaciones lo que era para nosotros Moustaki, Leonard Cohen o Teodorakis cuando éramos pequeños, música que ahora no podemos olvidar pero que nos sonaba a mayores? Por eso nos alegramos cuando salen grupos nuevos y jóvenes que hacen música de esto que se llama indie.

¿Qué evaluación hacéis de la trayectoria de Ochoymedio en la Sala But? ¿Con qué estáis contentos y qué os gustaría cambiar? ¿Habéis seguido peleando por una mejora en el sonido de los conciertos de la sala, verdad?
Hum. La verdad es que nos da cosa contestar a preguntas del Ochoymedio sin que esté David Smart, que es igual de socio y también tiene sus opiniones pero entendemos que despierta curiosidad, así que vamos allá. Una vez superado el trauma de irnos de una sala en la que llevábamos tanto tiempo y estábamos supercómodos podemos decir que sí estamos contentos. Para la sesión ha supuesto un gran salto y creemos que el público que viene ya se ha hecho a la idea de que ahora el Ochoymedio está en la sala BUT. Tiene muchas cosas que son mejores, muy buen sonido tanto de conciertos como de noche, comodidad de la sala, una superpista de baile, etc… Y tiene también el inconveniente de que debido a su tamaño a veces nos es difícil programar conciertos de grupos más pequeños nuevos que nos gustan mucho pero a los que la sala se les queda muy grande.

Recientemente han terminado las obras del viejo Ocho, y ahora sí, la puerta es completamente diferente. ¿Todavía os da cosa pasar o ya habéis superado el trauma? ¿Finalmente seguisteis el proceso judicial para intentar recuperar la sala?
Hemos superado el trauma de cambiarnos de sala, pero el de pasar por ahí y ver eso… La verdad es que no hemos vuelto a comprar en nada de esa cadena desde aquel día, es nuestra pequeña venganza… Y el otro día se nos estaba ocurriendo una cancioncilla al respecto… No seguimos el proceso, eso lo llevó Tripfamily, y la verdad lo dimos bastante por perdido desde el minuto 1. ¿Quién puede luchar contra Amancio?

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