Que Leticia Sabater actuase gratis a 45 segundos de casa era una opción demasiado tentadora como para perdérsela. El motivo era su invitación a tocar en el Orgullo Gay de Madrid, nadie sabe ya si teniendo algo que ver con que la ciudad y la comunidad estén gobernadas por el Partido Popular, con el que ha simpatizado siempre. Leticia salió media hora más tarde de lo programado, como casi todos los artistas congregados, pero fue la mejor recibida por el gentío que se había adueñado de Callao.
Protegida tras unas ya innecesarias -a las nueve de la noche- gafas de sol y reforzada por unas botas altas tipo cowgirl, Sabater logró el mejor equilibrio entre pasado y presente visto en ese escenario gracias a la buena acogida de sus dos últimos singles. Empezó con ‘Yo quiero fiesta‘, el que remite muy vagamente al ‘Holiday’ de Madonna, pero ‘Mr Policeman‘ fue aún mejor y hasta diría que una cuarta parte del público le siguió el rollo coreando el estribillo infumable de «odio el control de alcoholemia». Su «speech» lleno de frases muy sutiles como «Los gays sois los mejores, coño» o su cita, que pretendía ser emocionada, a piropos que le habían llegado por Twitter pero que no caben en un «tweet», se mezclaban con los gritos de «¡fuera, fuera!» del sector más marikale borroka del público: aquello fue surrealista, inverosímil, divertidísimo, apocalíptico. Más todavía cuando alguno de los que habían abucheado juraría que terminaron sumados al ‘Letirap’. «¿Cómo se enrollan los tronquis?». «¡Con ‘Vivan los compis’!», contestaba todo el respetable lleno de energía. «¿A mediodía?». «¡Alegría!». Y así, mientras la cantante incitaba a la gente a darlo todo con frases de lo más ambiguas como «Ese puño arriba» o «¡Izquierda, arriba, todos!». Si hasta había usado un diminutivo de la palabra «compañeros»…
Leticia se mostró emocionadísima de actuar en su primer Orgullo y que lo disfrute, porque podría ser el último o el penúltimo.
Media hora antes había abierto el escenario Malena Gracia, que presentó un par de temas en inglés o spanglish, si bien su hit sigue siendo ‘Loca’. Pensé, de sus movimientos, casi exactamente lo mismo que Borja Prieto: es joven y está estupenda pero se mueve ya como una mami del pop, algo en lo que pudo influir el parecido del primer tema que interpretó con el repertorio de Paloma San Basilio, menos dance.
Otra de las artistas invitadas fue Rebeca, que desafió los 38 grados que había hecho con un mono de cuero dentro del cual podía cocinarse al vapor. Apostó por el ‘I Love You Mi Vida’ que presentó a Eurovisión aunque no lo interpretó ella en el festival, y por supuesto recuperó el infalible ‘Duro de pelar’. ¿Es una leyenda urbana que esta canción apareció entre las mejores de su año en Rockdelux? Si no es así, lo merecía. No sólo tiene un pedazo de estribillo sino dos. Insuperable, atemporal, magnífico.
El show de Yurena quedó muy deslucido por una clarísima razón. Evidentemente todo el mundo había hecho playback, pero alternado con alguna que otra voz en directo. La intérprete de ‘Tú vas a ser mi hombre’ no se atrevió, por lo cual su show se convirtió en una cosa completamente inaudible de la que apenas podemos decir que se compuso de tres canciones, ninguna de las cuales procedía de los tiempos de ‘Superestar’. Los constantes gritos de «¡¡¡no se oye!!!» sirvieron para que el último de los cortes recibiera un poco más de volumen, pero no mucho más.