El nuevo disco de múm es su mejor en mucho tiempo por dos razones. La primera es que han regresado a la electrónica como elemento fundamental de sus temas. Y la electrónica a la que han vuelto es que la mejor saben hacer: orgánica, glacial, envolvente, atiborrada de clicks & cuts y de ruiditos. Glitch-pop, como lo llaman algunos. Y la segunda razón es que una de sus miembros originales, Gyða Valtýsdóttir, ha vuelto a la banda y, con ella, uno de sus principales atractivos de siempre.
Poca fe había depositada en múm después de su último largo. Aunque estaba bien, el nombre de múm sigue estando asociado a su trabajo de principios de la década pasada, conque aquel disco se percibía en realidad como hecho por una banda distinta. Es por eso que ‘Smilewound’ supone una agradable sorpresa, porque nos devuelve a los múm clásicos a la vez que ofrece un sonido no reciclado, en esta ocasión ligeramente más animado que de costumbre, menos introspectivo (ahí está la jugetona ‘Candlestick’).
El gran protagonista en el sonido de los últimos múm ha sido la orquesta. Para ‘Smilewound’, sin embargo, los islandeses la han reducido a las cuerdas y han elevado la presencia de ritmos programados y sintetizadores. ‘The Colorful Stabwound’, que tiene un ritmo drum’n bass, o ‘One Smile’, que incorpora cuerdas de inspiración oriental, conforman algunas de las canciones mejor definidas del disco, pero son los ritmos electrónicos vigorosos y cálidos de ‘Toothwheels’, ‘Slow Down’ o esa ‘When Girls Collide’ que parece sacada de las sesiones de su primer disco, los que conforman su mayor encanto.
Por supuesto es un punto a favor que la instrumentación sea en vivo y es por ese motivo que el grupo sigue cautivando como pocos con temas como la pieza instrumental ‘Eternity Is The Distance Between Breaths’. Pero si hay algo cautivador de verdad en ‘Smilewound’ es la acogedora voz de Gyða, que tanto se echaba de menos. Con ella múm presenta de nuevo unas letras más bien tétricas que confrontan, otra vez, lo infantil y lo oscuro a través de melodías dulces y letras, como la de ‘Underwater Snow’, que hablan de árboles en llamas.
‘Smilewound’ se cierra con la discreta y algo olvidable ‘Time to Scream and Shout’ antes de dar paso al bonus ‘Whistle’, su tema junto a Kylie Minogue. múm no podía dejar pasar la oportunidad de que la base de fans de la australiana se hiciera con este disco, pero además ‘Whistle’ es una de las cosas más hermosas y emocionantes que han hecho en sus carreras tanto múm como Kylie, y lo mejor es que ni siquiera desentona en el conjunto. Sirve, en todo caso, para cerrar en todo lo alto un concepto que nos ha devuelto a los múm más queridos y que, por primera vez en años, nos hará ilusionarnos por lo que esté por venir.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Toothweels’, ‘When Girls Collide’, ‘Slow Down’, ‘Whistle’
Te gustará si te gusta: tanto el pop escandinavo como la electrónica glitch
Escúchalo: Deezer