Julia Holter visitó nuestro país en verano con una banda exquisita compuesta por batería, violín, violoncello y saxofón. Un acompañamiento atípico para una música atípica: muy pronto se fueron vaciando los asientos de aquellos que pensaban que asistían a un concierto de pop.
A pesar de destellos tarareables como ‘In the Same Room’ o ‘Goddess Eyes’, el grueso de la producción de la californiana va por otro lado. En su tercer disco, ‘Loud City Song’, repite la jugada con pequeñas perlas como ‘This Is a True Heart’, que volverá a engañar a los aficionados al pop precedido por las etiquetas dream o soft. Sin embargo, lo más interesante de este álbum –el primero que graba en un estudio profesional- se encuentra en el equilibrio que ha alcanzado entre su sensibilidad melódica y sus aspiraciones experimentales.
‘Loud City Song’ está basado en ‘Gigi’, novela de la escritora francesa Colette centrada en una sociedad de apariencias como la del París de finales del XIX. Holter traza un puente fantasmal entra esta y Los Ángeles de principios del XXI con una obra contemplativa pero sin ser ambient. Como si de una narración cinematográfica se tratara, el disco se abre con la misteriosa ‘World’, una introducción que da paso a ‘Maxim’s I’ (como un mítico restaurante parisino), donde el rasgueo de los platos con las escobillas y un teclado etéreo nos empujan como si fueran oleaje al interior de la ciudad.
La sensación de estar dentro de una película se acentúa en ‘Horns Surrounding Me’, que empieza con los pasos de alguien huyendo y continúa con vientos simulando cláxones y unas cuerdas en staccato que dan mayor sensación de tensión a las melodías disonantes y las armonías retorcidas de Holter. Acto seguido se adentra en el mundo de apariencias como si fuera en una selva en la algo exótica ‘In the Green Wild’, donde “un árbol es todavía un árbol” pero de repente “el árbol dice «wa wa» y el lenguaje es extraño”.
El momento álgido llega cuando Holter se encuentra a alguien especial en ‘Hello Stranger’, tema de una belleza fría pero emocionante como un atardecer de septiembre, con las cuerdas ascendiendo en un crescendo que no acaba. Y de repente aparece ‘Maxim’s II’ como un sueño grotesco y regresa la confusión, con más fuerza que nunca. ‘He’s Running Through My Eyes’ es el reverso de ‘Hello Stranger’, llena de una nostalgia punzante a la que el piano da un punto de luz y que podría figurar en la banda sonora de ‘Blade Runner’. ‘This Is A True Heart’, lo más pop del conjunto, parece poner un broche final a la historia con una canción de rasgos afrancesados, exquisita y decadente. El epílogo lo marca ‘City Appearing’, rozando el ambient, entre Julianna Barwick y la banda sonora de ‘American Beauty’, que acaba como una neblinosa canción de Anna Domino.
La música de Julia Holter no es pop de estrofa-estribillo-estrofa pero tampoco es plenamente experimental. Proveniente de un clasicismo sin ínfulas, no puede ser descubierta a primera vista, como no se puede descubrir la ciudad desde el taxi o la habitación del hotel. Necesitas bajar y callejearla sin un objetivo específico, sintiendo la frialdad de las fachadas de piedra, los cuidados escaparates, los perros ladrando alegremente y, por qué no, el mal olor al pasar al lado de un cubo de basura. Es lo que te hace sentir que está viva.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Horns Surrounding Me’, ‘Hello Stranger’, ‘This Is a True Heart’
Te gustará si te gusta: Björk, Arthur Russell, Julianna Barwick
Escúchalo: Deezer