Destroyer versionando a Sr Chinarro: morbo puro. La velocidad a la que hoy en día se suceden las noticias musicales de un mundo loco en el que Solange versiona a Dirty Projectors, Sondre Lerche a Animal Collective, Haim a Miley Cyrus, Arctic Monkeys a Drake o The Vaccines a Katy Perry puede que nos impida reflexionar sobre cuán rara es esta idea. Todo parece versionable, da igual que el artista referenciado esté bien o mal visto, los prejuicios ya son cosa de sólo unos pocos amargados y nadie se caería de la silla si en el futuro viéramos a Joanna Newsom montando un grupo con Miley Cyrus y su gatito y Panda Bear.
Pero la idea de Destroyer es extraña de cojones, para bien y para mal. Para mal, porque no es lo que sus seguidores esperábamos ya dos años y medio después del sobresaliente ‘Kaputt‘, haciendo pensar que quizá tarde en encontrar el modo adecuado de dar continuidad a tamaña obra. Él mismo dice que ahora mismo se siente más cómodo cantando en un idioma que no sea el inglés: mala señal. También para mal porque el catálogo y la trayectoria de Sr Chinarro no tienen absolutamente nada que envidiar a los de Dan Bejar. ¿Qué posibilidades había de que sus versiones mejoraran en algo los temas originales? Por otro lado, para bien, su decisión supone una mayor proyección para el proyecto sevillano de Antonio Luque. Y no, los americanos no van a lanzarse a las tiendas (digitales) este Black Friday para hacerse con todos los discos de Chinarro, pero es una alegría ver estas excelentes composiciones reseñadas en el New York Times, y muy divertido leer cosas como que para los españoles este proyecto tiene que ser un cumplido porque el diario El País puso muy bien ‘Kaputt’. E hilarante ver cómo Pitchfork ha transcrito «la festiva terminó» en lugar de «la fiesta terminó» -con tilde, eso sí- a pesar de la excelente dicción de Bejar, que además pronuncia mejor que Luque «Franz Kafka».
‘Five Spanish Songs’ parte de un título cobarde -esto no es exactamente un disco de canciones en español, sino un disco de versiones de un autor concreto- y empieza mal: ‘María de las Nieves’ parece en boca de Bejar un número folkie cualquiera que podía haber sido de Chinarro o de Tracy Chapman, en el que se han perdido matices como las cuerdas y en el que sólo las guitarras eléctricas lo libran de parecer una improvisada versión de American Idol. En la misma línea está ‘Del montón’, en la que todo el gracejo flamenco del original ha desaparecido en favor de un ritmo jazzie, tan entretenido como también muy sobado en los programas de imitaciones.
Pero la cosa mejora con ‘El rito’. Aunque nunca lo hubiéramos esperado, Bejar retrocede a sus tiempos más David Bowie con unas guitarras bastante ‘Jean Genie’, que además se encuentran con poderosas palmas, una línea de bajo casi electro y unos coros que, así, en castellano, nos remiten hasta a Los Brincos. El tratamiento dado a ‘Babieca’ también es de considerable mimo, llevando su desarrollo a donde Chinarro quizá no se habría atrevido con ritmos tropicales acompañando a los diferentes punteos de guitarra e intensas cuerdas. Sus casi seis minutos pasan en un abrir y cerrar de ojos y en estos momentos ya es claro: aunque este disco no sea perfecto es lo suficientemente curioso como para ser imprescindible en toda discografía.
Para terminar, una correcta intimista versión de ‘Bye, Bye’, que además evidencia que Destroyer, al recuperar esta canción de hace 20 años, se ha sumergido en toda la discografía de Chinarro, no sólo se ha interesado por sus últimos discos. De hecho, si este EP sirviera para que alguien se diera cuenta de que los últimos lanzamientos de Antonio Luque no están tan mal como a veces se les pinta (dos temas son de ‘Presidente‘), que están lo suficientemente bien como para que alguien desde fuera les eche un ojo, habría merecido la pena.
Calificación: 7,1/10
Lo mejor: ‘El rito’, ‘Babieca’
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