Maxïmo Park / Too Much Information

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Maxïmo Park / Too Much Information

maximo-toomuchTiene que pasar un número redondo de años hasta que nos vamos dando cuenta de lo rápido que transcurre el tiempo. Cuando hace dos años me enteré de que el debut de Interpol se iba a reeditar por el décimo aniversario de su salida, me quedé petrificado. “¡Diez años ya! ¡Pero si parece ayer cuando escuché ‘Obstacle 1’ por primera vez!”, pensaba, atónito ante todo esto. Pues sí, toda esa nueva ola de bandas que revitalizaban a su manera los años 80, desde Franz Ferdinand hasta Editors pasando por la banda de Paul Banks, ya empiezan a ser veteranos de la escena. También parece que fue ayer cuando ‘Graffiti’ o ‘Apply Some Pressure’, excitantes temas del debut de Maxïmo Park, cogían a muchos por sorpresa y llenaban pistas de baile. Casi una década después, en 2014, nos plantamos ante el quinto álbum de los de Newcastle, titulado ‘Too Much Information’, cuando pocos habrían apostado por una carrera de largo recorrido más allá del hype.

Cierto es que su discografía ha tenido algún que otro altibajo, como ‘Quicken The Heart’ (2009), su tercer álbum, un tanto flojo y que les llevó a tomarse una pausa que les vino de fábula para volver con fuerzas en ‘The National Health‘ (2012), un LP que contenía más de un tema memorable. Así las cosas, parece difícil que Maxïmo Park vuelvan a recuperar la magia de su debut, pero al menos se mantienen en un nivel bastante aceptable que hace que ni su existencia ni sus trabajos estén de más, por mucho que la moda que les vio nacer haya pasado. Hay más de una novedad en su nuevo trabajo: es el primero en ser producido por la propia banda, un giro arriesgado tras el logro que supuso haber trabajado con Gil Norton tanto en ‘Our Earthly Pleasures’ (2007) como en su antecesor, pero que parece haber aportado un nuevo prisma a su sonido que no les sienta nada mal.

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Sin que implique un cambio de rumbo brutal, ‘Too Much Information’ sí que se antoja como un álbum con aires diferentes, al menos haciendo una comparación con el inmediato ‘The National Health’. Para empezar, toman un camino en el que se zambullen como nunca habían hecho en la electrónica, como en el single de adelanto ‘Brain Cells‘, ‘Leave This Island’ o ‘Is It True?’, con momentos cercanos al sonido de Hot Chip (sobre todo en el citado single). Y no solo es el sonido lo que ha variado, sino también el aire de estos temas, mucho más oscuro y cercano a la parte más lúgubre del post-punk. Esa melancolía también afecta a los demás temas del álbum, con las excepciones de cortes como la inicial ‘Give, Get, Take’ o ‘My Bloody Mind’, canciones que ni siquiera muestran una rabia incontenible como en anteriores ocasiones. No pasa nada, les ha salido un álbum donde predomina la introspección y por suerte saben manejarse en esos terrenos y aportar buenas melodías y atmósferas, a juzgar por medios tiempos como ‘Lydia, The Ink Will Never Dry’ o ‘Midnight On The Hill’, donde son clave las guitarras de Duncan Lloyd, deudoras (para muy bien) del estilo de Johnny Marr. Al ser un álbum notablemente menos inmediato que el anterior, puede necesitar varias escuchas para encajar bien del todo, pero el oyente se sentirá recompensado.

Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Brain Cells’, ‘Is It True?’, ‘Midnight On The Hill’, ‘Lydia, The Ink Will Never Dry’
Te gustará si te gusta: el lado más introspectivo de Maxïmo Park
Escúchalo: Deezer

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