El funcionamiento de los distintos singles publicados por Lily Allen merece desgraciadamente la recuperación de nuestra vieja mini columna «alerta de flop». Y es que entre los diferentes temas que la cantante ha venido publicando durante los últimos meses, en lo que supone su esperado regreso cinco años después de ‘It’s Not Me, It’s You’, sólo hay uno que ha funcionado bien de verdad: la versión de Keane que llegó a ser número 1 en Reino Unido en torno a una campaña navideña. Triste, ¿verdad?
Las ventas de Lily fueron con sus dos primeros discos espectaculares sobre todo en su país (y Australia). Tanto el primer disco como el segundo fueron triple platino en Reino Unido (más de 900.000 discos vendidos). Sin embargo, Allen va a necesitar un verdadero milagro para llegar a esas cifras con el tercero, pues sus canciones, Keane aparte, están pasando sin pena ni gloria por las listas.
En primer lugar, ‘Hard Out Here’ llegó a ser top 9 en Reino Unido, pero sólo aguantó tres semanas en el top 40. Y el mismo camino lleva ‘Air Balloon’, que ha sido top 7, pero en su tercera semana baja al 24 y en la cuarta, según las previsiones de mitad de semana, será número 36. El «buzz single» ‘L8 CMMR’ no dio tampoco buen resultado si atendemos a sus 600.000 visualizaciones escasas en Youtube, ni ‘Our Time’, en torno a un millón y listada al menos por el momento «C» -el grado más bajo- en el playlist de la radio más importante del país, Radio One.
Malos datos, en definitiva, para alguien que vio cómo ‘Smile’ y ‘The Fear’ eran sólidos números 1, y que para colmo han causado cierta controversia: recientemente Lily Allen echaba la culpa en Twitter de la mala selección de los sencillos al sello y a la situación de la industria, como dejando caer que habría mejor material en el álbum ‘Sheezus’. ¿Pero será cierto? ¿Está pasándole factura tanto espacio entre disco y disco?