Casi 30 años ha tardado en llegar a la pequeña pantalla (inexplicable que no haya sido a la grande) esta adaptación de la obra de teatro de Larry Kramer, estrenada en 1985 y ganadora de varios premios Tony en su reposición de 2011 en Broadway: ‘The Normal Heart’. El pasado 31 de mayo se estrenaba en España, de la mano de Canal + y producida por HBO pero, al ser una TV movie y carecer del bombo y platillo de los estrenos con bien de alfombra roja y photocall, corre el riesgo de pasar desapercibida cuando, desde luego, no debería, porque es un puñetazo directo en las costillas del espectador el que nos propina su director Ryan Murphy (American Horror Story, Glee). Nosotros nos hemos enterado de chiripa aquí.
‘The Normal Heart’ es la enésima producción audiovisual con el SIDA como hilo argumental, esta vez enfocada en sus inicios más tempranos, poco antes de la época de ambientación de la magnifica miniserie ‘Angels in America’, de temática similar, pero con una aproximación más metafórica que la que nos ocupa. En los albores de la década de los 80, una enfermedad misteriosa, que cubre a los gays de delatoras manchas rosas antes de matarlos, hace su aparición en Manhattan, y durante años es ignorada por las autoridades hasta el punto de no tener ni nombre oficial permaneciendo denominada por la población como “cáncer gay”. Ned Weeks (Mark Ruffalo) junto con un pequeño grupo de activistas y una doctora interpretada por Julia Roberts dedicarán todos sus esfuerzos a hacer ruido para llamar la atención de la población y autoridades sobre una plaga bíblica selectiva que fulmina a un sector de la población cuya libertad sexual aún está con el papel de regalo recién rasgado y lejos de ser mirada con buenos ojos por una sociedad conservadora.
Miedo y rabia. Éstas, y no la homosexualidad, son las emociones comunes que escena tras escena van creciendo en cada personaje y que acaban traspasando la pantalla para instalarse en el espectador cuando cada uno de ellos se rompe y salen de él como un torrente. Miedo a la enfermedad y a la muerte. Miedo al vacío de la ausencia. Miedo a perder un estilo de vida. Miedo al estigma. Miedo a salir del armario o miedo de las consecuencias de seguir en él. Miedo a hablar en voz alta y miedo a no saber callar. Y rabia, una rabia infinita por ver cómo esos miedos son sistemáticamente desoídos por la Administración del Estado, que esconde la cabeza en la tierra como un avestruz, convirtiendo una epidemia en un genocidio negligente. Y al frente de esas emociones, un protagonista, a veces héroe y a veces anti-héroe, con el que tan pronto te identificas como le coges tirria por su ego mesiánico à la Ada Colau.
Las interpretaciones en su mayoría son magníficas, con un reparto en parte reciclado de la obra teatral (Mantello y Parsons). Si bien Ruffalo está más que correcto, personajes secundarios como Mickey Marcus (Joe Mantello), Tommy Boatwright (Jim Parsons) o la doctora Emma Brookner (Julia Roberts) dejan escenas escalofriantes para la posteridad, apoyadas, qué duda cabe, en un guión descarnado, directo e demoledor. Por otro lado, algunas escenas sí están un poco pasadas de tuerca, regodeándose demasiado en meter el dedo en la herida al espectador al más puro estilo Von Trier, si bien es cierto que son las menos.
‘The Normal Heart’, tan necesaria como incómoda, deja claro que no todo está dicho sobre el VIH/SIDA y, como con cualquier otro episodio vergonzoso de la historia de la humanidad, insta al espectador a no olvidar para no repetir, en una época en que, además, la banalización de la enfermedad está derivando en un repunte de nuevas infecciones. 8,5.