Suponemos que varias semanas después de su llegada a los quioscos, ya podemos comentar la lista de los mejores discos de los últimos 30 años publicada por Rockdelux, sin miedo a que sus fans nos acusen de haber estropeado las sorpresas que la tabla pudiera contener. Son los últimos días ya, de hecho, para poder hacerse con el especial antes de recurrir a la compra a través de web, siempre más latosa.
No ha habido sorpresa ni tenía por qué haberla. En el Especial número 200 publicado en octubre de 2002, Rockdelux publicaba su clasificación de los mejores discos del siglo XX. En aquel momento, ‘It Takes a Nation of Millions To Hold Us Back’ era el top 5 sólo por detrás de trabajos de la Velvet, Marvin Gaye, Beach Boys y Bob Dylan editados a finales de los 60 o principios de los 70. Esta vez Rockdelux publica una lista con los 300 mejores discos de su historia (1984-2014) y el citado disco de Public Enemy ha sido considerado el mejor. ‘The Queen is Dead’ de los Smiths, ‘Doolittle’ de los Pixies, ‘Sign ‘O’ The Times’ de Prince y ‘Loveless’ de My Bloody Valentine completan el top 5.
Si bien la selección del top 30 ó top 50 es más o menos intachable, sí se podría debatir durante horas sobre diferentes curiosidades. Por ejemplo, ‘Blue Lines’ de Massive Attack, en su momento escogido por la publicación como mejor disco de los años 90, ocupaba «sólo» el puesto 200 en la tabla de mejores discos del siglo XX, por debajo de muchos otros álbumes de los 90, como por ejemplo ‘Maxinquaye’ de Tricky (72º mejor disco del siglo XX, nada menos, mientras Portishead quedaban fuera). Ahora las cosas vuelven a ponerse en su sitio y ‘Blue Lines’ es el 8º mejor álbum entre 1984 y 2014, seguido de ‘Dummy’ de Portishead… y dejando la obra maestra de Tricky en un mucho más modesto puesto 72.
No hay que acusar a la revista de contradictoria. Al margen de que la selección de redactores para la votación cambie (Víctor Lenore, por ejemplo, no aparece esta vez en el listado de participantes, cuando otras veces sí lo ha hecho), los discos envejecen bien o mal, los sonidos se ponen y se pasan de moda y, de manera más injusta, la evolución del artista termina dañando nuestra visión de álbumes que llevan décadas acabados. Sí veo más reseñable, en cambio, la reconciliación de la revista con grupos o discos que tradicionalmente no ha tratado demasiado bien. ‘OK Computer’ de Radiohead y ‘Achtung Baby’ de U2 fueron las ausencias más escandalosas en el especial de lo mejor de los 90 y ahora aparecen bien posicionados. En ese sentido cabe destacar la polémica que ha vivido la revista con el periodista Diego Manrique. A este no le ha gustado mucho que ’19 días y 500 noches’ de Joaquín Sabina, su álbum favorito de esta etapa, no haya aparecido entre los 300 mejores y ha acusado a la revista de manipular la lista tras los votos de los colaboradores: “En las últimas horas, me han escrito algunos participantes que aseguran que también ellos votaron por ’19 días y 500 noches’”, indicaba Manrique en El País, propiciando la respuesta del director Santi Carrillo: «Esto es ofensivamente falso y pone en entredicho nuestro trabajo. Solo dos periodistas votaron el disco de Sabina (Rafa Cervera y él mismo), hecho fácilmente comprobable si se hubiese molestado en consultarnos». El diario terminaba publicando una carta de rectificación. Personalmente veo muy lícito que el voto de un ex colaborador o colaborador cuente menos que el de un editor que dedica su vida a decidir la línea editorial de un medio, qué se pone bien y qué se pone mal, pero el caso es que recuerdo humillantes reseñas y viñetas de U2 perpetradas con verdadera saña en las páginas de Rockdelux y aquí están ahora: puesto 65.
Un punto especialmente llamativo de esta lista es que por primera vez mezcla a artistas nacionales e internacionales. Y aunque esta es la metodología que utilizamos en JENESAISPOP desde nuestros inicios en 2006, confieso que me he sentido como un comentarista amargado de nuestro site pensando cosas como «¿qué hacen Radio Futura por encima de Beach House?» o «qué raro es ver a Family por encima de ‘The Soft Bulletin’ de Flaming Lips». Pero la decisión me parece muy plausible: la música no se divide por naciones hoy menos que nunca y está claro que la cosecha de nuestro país no tiene nada que envidiar a la de los anglosajones.
También daba bastante morbo comprobar qué discos de los últimos años salían bien parados (raro es encontrar un disco de los 80 que no haya sido reivindicado ya infinitas veces) y son pocos los que encontramos. Kanye West, Vampire Weekend y Swans están entre los mejor posicionados de la década actual, mientras que resulta llamativa la reivindicación de Stromae. El artista, que fue portada de la revista, habría hecho por tanto uno de los discos de pop fundamentales de estos años. Los que crecimos odiando Rockdelux por su marginación de la música pop tenemos que comernos nuestras palabras: además de la reivindicación de ‘Racine carrée’ ha habido espacio por supuesto para sus favoritos Pet Shop Boys e incluso para Madonna, la única «diva del pop» que aparece en el listado y con un disco tan poco reivindicado como ‘Like a Virgin’ (la prensa especializada se suele decantar por ‘Like a Prayer’ o ‘Ray of Light’ a la hora de escoger su mejor disco).
Hay muchas ausencias notables (Christina Rosenvinge, La Buena Vida, The xx, Amy Winehouse, Saint Etienne…), algunos de ellos presentes en las páginas del final en forma de «+ 200 discos». En ese sentido sí habría agradecido que menos discos de los mismos artistas aparecieran en el top 300: por utilizar un ejemplo de algo que me gusta, no necesito ver en la lista ‘His n Hers’ de Pulp cuando ya he visto ‘Different Class’ si eso significa que va a quedar fuera del especial otro artista. De hecho, sorprende un poco porque Rockdelux ha tendido a ser muy rigurosa con su selección: si sólo dos discos de los Beatles aparecían en lo mejor del siglo XX, ¿por qué en este especial aparecen tres de Nick Cave & The Bad Seeds? De Rockdelux aprendimos «sólo una canción por artista» o «sólo discos en la lista de discos» para nuestros especiales de lo mejor del año, mientras el NME sigue pareciendo un medio menor semi amateur cuando publica sus (naciona)listas, y el prestigioso Pitchfork se empeña en parecer el club de fans de Vampire Weekend, Kanye West o el artista que toque en su lista de mejores temas del año, colocando tres o hasta cuatro selecciones en su top 100. Su modo de equiparar mixtapes, EP’s de cuatro temas y discos igualmente nos recuerda que el gigante de Chicago tiene una línea editorial más débil que Rockdelux, consecuencia de no llevar 30 años o más en esto del periodismo musical.
Algo que recordarás varias veces en este especial de nuevo exquisito en el que el gusto por las listas no debería enturbiar lo mejor de todo: lo cuidados que siguen siendo los textos. 9.