Tras la nueva tanda de confirmaciones del Sónar 2015, hacemos un repaso a algunos de los nombres pequeños más interesantes del cartel. Grime, pop japonés futurista, «techno deconstruido» o arañas trípodes (!) son algunas de las claves de este artículo que esperamos sirva para descubrir varias propuestas que, sin ser Chemical Brothers o Autechre, siguen mereciendo toda la atención del mundo. La primera parte, aquí.
Aunque lo de «letra pequeña» les queda, ejem, pequeño, inauguramos este segundo volumen de ‘La letra pequeña del Sónar 2015’ con Jimi Tenor y Jori Hulkkonen, dos veteranos músicos de la escena finlandesa que se han reunido para la creación de una película «muda y futurista» y su banda sonora titulada ‘Nuntius’. La pieza, inspirada en obras como ‘Nosferatu’ de Murnau o ‘Solaris’ de Tarkovsky, solo puede visualizarse en los conciertos del grupo mientras este toca la música que la acompaña. Fascinante proyecto que auguramos llamará la atención de muchos.
De Prokófiev a Murcof; de Ravel a Carl Craig, esta ha sido más o menos la evolución del músico luxemburgués Francesco Tristano, quien tras más de una década presentando sus composiciones clásicas a piano de cola por todo el mundo llega este año al Sónar para exponer ante el público fan de la electrónica su nuevo trabajo junto a Moritz Von Oswald y los mencionados Carl Craig y Murcof. Se trata del EP ‘Piano, Hats & Stabs’, una conglomeración de techno y conservatorio que el músico alemán Paul Trick define como «música electrónica para el cuerpo».
Salidos del colectivo Boy Better Know, Skepta y su hermano JME (ellos son Joseph y Jamie Adenuga, respectivamente) son dos de los nombres más consolidados de la escena grime británica actual. Skepta cuenta con tres canciones top 40 en Reino Unido mientras el segundo álbum de JME, ‘Blam!’, alcanzó el top 66 en la clasificación, vendiendo 20.000 copias, lo que nos da una idea sobre el alcance de ambos músicos, que actuarán en el SónarDôme junto al también integrante de Boy Better Know DJ Maximum. Cuestión de tiempo, en verdad, para que se hagan ricos produciendo a gente tipo Rihanna, Beyoncé o Kanye West, a quien de hecho han teloneado.
Lo más parecido al pop de esta nueva tanda de confirmaciones para el Sónar 2015 es el proyecto de la rusa Kate Shilonosova, NV (foto), que produce y canta sus propias canciones, como oiréis a continuación. Shilonosova asegura que se inspira en el J-Pop, la «estética desenfadada de la escena new jack swing» o el rave inglés de los 90, lo que proporciona a su música un aire de nostalgia envuelto no obstante en sonidos de lo más modernos. Pop avanzado del que ya podrían tomar nota algunas de las estrellas del pop actuales y que, de hecho, guarda algún elemento en común que otro con PC Music.
La última instalación de Cod.Act, el proyecto de los hermanos suizos André y Michel Décosterd, es absolutamente inquietante. Se trata de ‘Nyloïd’, una escultura trípode similar a una araña que se levanta, se retuerce y convulsiona al sonido de la música, que, por cierto, también da bastante miedo. Como explica la nota de prensa, Michel es «arquitecto especialista en el tratamiento del plástico e ingeniero mecánico» y André es «músico, compositor y programador, especialista en aplicaciones sonoras y composición algorítmica», por lo que ‘Nyloïd’ bien podría representar la sublimación de su trabajo en conjunto.
La sofisticada propuesta de Floating Points aglutina house, jazz y hip-hop, entre otros estilos, de manera tan inteligente como evocadora, y el resultado son unas piezas extasiantes como las incluidas en el single ‘Nuit Sonores / Nectarines’. Sam Shepherd, pues este es su verdadero nombre, es además un tipo de lo más interesante que tan pronto pincha como produce como dirige una orquesta de 16 músicos. Pero lo más interesante es que el hombre, que también es copropietario del sello Eglo Records y acaba de diseñar una mesa de mezclas, es neurocirujano.
Olde Gods, dúo compuesto por el berlinés Jami Bassols y el barcelonés Pau Guillamet, también conocido como Guillamino, es otra de esas propuestas del Sónar pensadas para hacer sudar al personal de lo lindo gracias a rompepistas como el que escucharéis a continuación, piezas que conjugan ritmos vibrantes, paisajes extraños y bellas melodías soul que por supuesto evocan el más temprano house de Chicago.
Joven adalid de la vanguardia techno, el italiano Lorenzo Senni, «incansable investigador y renovador de los mecanismos de la música de baile», presentará su autodenominado «trance puntillista» en el Sónar 2015 a tres años de la edición de su último álbum, ‘Quantum Jelly’. No esperéis sudar en su show: el músico, digamos, tiene más en común con Mark Fell que con Darkside. Si después de quemar zapatilla te apetece algo de estímulo intelectual, esta puede ser una buena oportunidad.
La otra cara de la moneda es Paranoid London, dúo londinense formado por Gerardo Delgado y Quinn Whalley que, lejos del minimalismo experimental de Senni, se entrega en su proyecto a los ritmos bailables clásicos de Chicago y a los sintes analógicos del más temprano acid house. Tan primordial suena su música que ‘Eating Glue’ podría haberse editado en algún momento de los últimos cuarenta años sin ningún problema. Y no sería difícil creérselo dada la tendencia al misterio del dúo, que publica todo en negro y ni siquiera concede entrevistas.
La chilena Valesuchi practica un música de profundo calado emocional capaz de explorar en sus distintas vertientes tanto el deep house como la cumbia, una mezcla desde luego improbable al pensamiento pero real como la vida misma. Ella describe sus canciones como lo que «haría un Dam-Funk con el corazón roto mientras conduce al atardecer», y a eso mismo suena la pista que podéis escuchar a continuación.