Son curiosos los pasos dados por los Jayhawks en los últimos tiempos: el año 2008 los vio volver a la actividad tras un parón de cuatro años y además con el retorno a la banda del co-fundador, cantante y guitarrista Mark Olson, quien había dejado a Gary Louris (el otro fundador, cantante y guitarra) a los mandos de la nave en 1995 para continuar en solitario o de la mano de Victoria Williams. La reunión tuvo sus frutos en ‘Mockingbird Time’ (2011), un álbum más que competente en el que volvía el sonido de trabajos clásicos como ‘Hollywood Town Hall’ (1992) o ‘Tomorrow The Green Grass’ (1995). Tras volver a dejar la banda en el limbo en 2012, Louris nos sorprendía este año volviendo a girar con The Jayhawks sin Olson, para repasar la época de la banda entre finales de los noventa y principios de la década pasada y los álbumes que editaron, es decir, ‘Sound Of Lies’ (1997), ‘Smile’ (2000) y ‘Rainy Day Music’ (2004).
La gira española pasó el viernes por el madrileño Teatro Barceló y las expectativas no podían ser mejores: todas las localidades vendidas días antes de la fecha. Para abrir boca, Laredo dieron sobradas razones por las que ellos debían estar ahí: en la onda de contemporáneos de la americana como Band Of Horses o los propios Jayhawks (y a veces con un punto épico que no disgustaría a los fans de Vetusta Morla), los madrileños dieron un escueto, pero impecable concierto con unas tablas que ya quisieran muchos con más trayectoria. Emocionaron con temas como ‘Otra Vez’ o ‘Tres o Cuatro Amigos’, contenidos en ‘Tres O Cuatro EP’ (2013), y recibieron repetidas ovaciones por parte de un público que poco a poco llenaba el recinto.
Lo normal hoy en día es que los artistas se quejen de que el público habla demasiado en sus conciertos o que preste más atención al teléfono móvil que a la propia actuación, pero daba la sensación de que el público madrileño le parecía demasiado respetuoso a Gary Louris, quien bromeaba con que tal vez fallaba la microfonía, al no oír demasiado jaleo entre el respetable. La realidad es que todo el mundo estaba bien atento al concierto y aplaudiendo con energía tras cada tema, pero parece que el amigo Gary lo quería todo desde el principio. Por suerte para él y sus compañeros, la actuación fue de menos a más y según iban llegando más y más hits, más coreaba y más arriba se venía el público.
La banda estuvo más que a la altura de su legado, con mención especial al batería Tim O’Reagan, quien además compartía tareas vocales con Louris. El set fue bastante variado, no solo en cuanto a la elección de temas, sino en cuanto a la dinámica, con un buen equilibrio entre canciones enérgicas y baladas. Sonaron grandes temas, como ‘Sixteen Down’, ‘Waiting For The Sun’ (de la primera etapa con Mark Olson) o ‘Trouble’, pero el álbum que mejor recepción tuvo fue ‘Rainy Day Music’, pues el público enloqueció con ‘Stumbling Through The Dark’, ‘Angelyne’ o ‘Save It For A Rainy Day’, coreando a viva voz. Y cuanto más cantaba el respetable, más contento se le veía a Louris, quien anunció un nuevo álbum para el año que viene. Quedó bien claro que España y The Jayhawks se quieren y por ello esperamos ese nuevo trabajo y una nueva gira con ansias. Estupenda noche.
The Jayhawks aún tienen que actuar el 14 de abril en la sala Barts de Barcelona; el 15 de abril en Las Armas, Zaragoza; el 16 de abril en Loco Club, Valencia; el 17 de abril en la Zentral de Pamplona y el 18 de abril en Gijón Sound Festival en Gijón.