Para un festival de tres jornadas, el Low de este año ha sido un tanto peculiar: normalmente el día más concurrido es el que queda en medio, pero en esta edición del evento estival más importante de Benidorm fue un poco el mundo al revés, con un viernes y domingo muy concurridos y un sábado aparentemente más relajado en cuanto a asistencia. Tal vez sea por la participación de Izal y Supersubmarina, respectivamente, dada la gran cantidad de fans que tienen estas bandas. A continuación, las crónicas de lo que presenciamos en la última jornada del Low 2015.
Aún era de día cuando Nacho Vegas y su banda (tres cuartos de León Benavente) pisaban el escenario Budweiser para calentar motores… y vaya que los calentaron. El público poco a poco se acercaba y el asturiano atemperaba el ambiente a base de furia y calma, con temas más recientes, como ‘Actores Poco Memorables’, u otros que ya han tomado aura de clásicos en su repertorio, como ‘La gran broma final’. Con una banda que vivía las canciones del mismo modo que su líder, imprimiendo emoción a cada acorde, a cada ritmo, no estuvo nada mal para empezar la jornada de conciertos. El listón quedaba alto y de un veterano íbamos a ver a una banda bien joven, pero que mantuvo el nivel de calidad: si tenemos que depender de las Mourn para asegurar un futuro para la música de este país, podemos estar bien tranquilos. El joven cuarteto toca con un nivel técnico asombroso y los temas no quedan por detrás de la técnica. Si ya son precoces de por sí, esa urgencia que llevan bajo el brazo les llevó a tocar un set dominado por temas nuevos, algunos tan nuevos que ni les habían dado nombre. Con los allí presentes a sus pies, despacharon temazo tras temazo, evocando aires emo de bandas míticas como Sunny Day Real Estate. También tocaron alguna conocida, como ‘Gertrudis’ o ‘Misery Factory’.
En el cartel del domingo, las letras grandes eran para Foals, pero como sucedería el viernes con Izal, el récord de asistencia y de fans entregados se lo llevó Supersubmarina. El resto del recinto del Low se hallaba vacío, puesto que prácticamente todo el mundo estaba viendo a la banda de Baeza. Los temas de ‘Viento De Cara’ ya son coreados y vitoreados tanto como los demás, pero la palma se la llevaban temas de álbumes predecesores, como ‘Hermética’ o ‘En Mis Venas’, durante los cuales la explanada era una masa de gente dando botes y con los brazos en aire. Gustarán más o menos en según qué círculos, pero está bien claro que José «Chino» y sus chicos tienen la fórmula para hacer grandes canciones que les siguen trayendo un éxito rotundo. Haciendo balance de los conciertos que vimos el domingo, las sensaciones tal vez fueron las más positivas de todo el festival y otro proyecto que nos dejó buen sabor de boca fue el de Ana Fernández-Villaverde, a.k.a. La Bien Querida, que se presentó en el escenario Ron Matusalem en formato trío, con su inseparable David Rodríguez a la guitarra y sintes y el ex Manta Ray Frank Rudow a las percusiones y sintes. Parece que la pátina electrónica es el camino a seguir por Ana y por ahora la decisión parece de lo más acertada. Con una puesta en escena sencilla pero resultona (con tres cuadros de luces led al fondo y los tres miembros en paralelo), ofrecieron un concierto delicioso en el que sonaron temas nuevos, acordes con el sonido que llevan en directo, pero también reinterpretaciones de otros antiguos, como ‘9.6’.
Tres cabezas de cartel internacionales ha habido en esta edición del Low, pero sin duda los más exitosos fueron Foals. La banda de Oxford tiene una fuerza en directo de la que no pueden presumir muchos grupos, como atestigua, por ejemplo, su brutal concierto en el Primavera Sound del año pasado. Si a eso sumamos que tienen en su haber tres álbumes de notable para arriba, solo falta un público que lo dé todo. Y el público del Low no falló, bailando y dando saltos durante la hora y diez que duró la actuación. Adelantaron más de un tema del que será su inminente nuevo trabajo (‘What Went Down’ y alguno más), pero se llevaron el trofeo con intensas interpretaciones de ‘Inhaler’, ‘My Number’ o ‘Olympic Airways’, donde solo cabía dejarse llevar por una masa enfervorecida. El pulso lo mantuvieron también en los temas más relajados, como la emocionante ‘Spanish Sahara’. Y, como no podía faltar en un buen concierto de los británicos, Yannis Philipakkis saltó al foso a tocar y cantar con el público. Cerrando con la explosiva ‘Two Steps, Twice’, pocos serían los que salieron de la explanada frente al escenario Budweiser sin estar con la ropa pegada al cuerpo de tanto haber sudado. Un rato más tarde, The Raveonettes pisarían el mismo escenario y, aunque congregaron a menos gente, apostamos a que salieron contentos de Benidorm, porque los que allí estaban lo pasaron en grande. Repasando un ‘Pe’Ahi’ que siguen presentando, la banda formada por Sune Rose Wagner y Sharin Foo hicieron despliegue de elegancia y ruido con temas recientes como ‘Endless Sleeper’ o ‘Killer In The Streets’, echando el resto (de ruido y furia) con una ‘Aly, Walk With Me’ que señalaba que era la hora de volver a casa tras tres días intensos de festival.
Fotos: Javier Rosa.