Dos meses y medio después de su salida en Estados Unidos y de que Pitchfork haya intentado arruinar su carrera dándole el tratamiento de «one hit wonder» (por ‘Octahate‘, para despistados), ha llegado a las plataformas de streaming españolas el debut de Ryn Weaver, una joven de 23 años procedente de California que incluimos en nuestro especial Artistas Revelación 2015. Con antepasados en Francia, España, Suiza y Alemania (de ahí su verdadero nombre Erin Michelle Wüthrich), Ryn Weaver ha desarrollado su carrera durante el último par de años junto a su buen amigo Benny Blanco, hombre detrás de hits del tamaño de ‘California Gurls’ y ‘Teenage Dream’ de Katy Perry, ‘Tik Tok’ de Ke$ha, ‘Moves Like Jagger’ de Maroon 5 y un largo etcétera.
Es cierto que el disco de Ryn Weaver, a medida que avanza, va sonando más a tercer disco de Alanis o Dido que a tercer disco de Florence + The Machine, especialmente cuando se adentra en los complejos caminos de la muerte y el devenir humano recordando a familiares desaparecidos en ‘Traveling Song’ o preguntándose sobre el futuro en ‘New Constellations’. Eso inmediatamente después de celebrar el amor libre (en relación con el matrimonio gay) en ‘Free’. Pero no por ello podemos negar los méritos de ‘The Fool’.
En primer lugar, Ryn Weaver es de las pocas (o pocos) que ha tenido el detalle de llamar a Michael Angelakos de Passion Pit para iluminar sus producciones. El cerebro del nunca suficientemente valorado ‘Gossamer‘ está detrás de todas estas canciones y eso es algo que se nota más que la presencia de Blanco, muy especialmente en los geniales singles, efectivamente en ‘Octahate’, pero también en el propio ‘The Fool’. Ambas no dejan de ser canciones de amor, pero suenan totalmente resplandecientes. Y no sólo por la presencia de Charli XCX en la primera. ¿Qué hay de esos identificables sonidos «Passion Pit» perfectos para algo que se llama «la tonta»?
‘Pierre’ es una canción igualmente reivindicable, intensa y bonita, más grande que la vida y casi un divertida sitcom gracias a su letra que retrata varias mentiras pronunciadas en diferentes relaciones de pareja. De la necesidad de no mentir, de no traicionarse a uno mismo, nace otra de las composiciones más contagiosas del álbum, ‘Promises’, que suena amarga en la interpretación de Ryn Weaver.
Y es que lo mejor es que por encima de todos los Benny Blancos, los Ryan Tedders (co-escribe ‘Pierre’) y también de los Angelakos, ‘The Fool’ nunca suena desesperado. En realidad, a pesar de los vaivenes, esos ecos a Kate Bush, St Vincent o Welch que escuchamos en la pista inicial ‘Runaway’ se mantienen en casi todo el disco. Las canciones encierran una inequívoca debilidad en algunos momentos, pero detrás de ella siempre percibimos a una mujer fuerte.
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘The Fool’, ‘Octahate’, ‘Pierre’, ‘Promises’
Te gustará si te gustan: Florence + The Machine, Passion Pit, Lorde
Escúchalo: Spotify