Uno de los nuevos discos disponibles en streaming que se nos pasó añadir a nuestro post recopilatorio semanal, y que un lector buenamente nos recordó el otro día, es ‘Glitch’, el nuevo trabajo de V V Brown (ahora V V a secas). La cantante, compositora y modelo británica edita el álbum esta semana a través de su propio sello, YOY («you own you»), tal y como hiciera con el anterior, ‘Samson & Delilah‘, el mismo que supuso su renacer artístico tras el éxito de su álbum debut, cuyo sonido 60s la artista nunca identificó como suyo. Reconvertida en una especie de híbrido entre Grace Jones, Fever Ray y Björk, Brown se entregó a un electropop oscuro lleno de matices y melodías heroicas en su segundo disco y en esa línea continúa este ‘Glitch’ producido junto al productor Nearly Native, a quien Brown descubrió en Soundcloud.
‘Glitch’, que Brown describe como un disco «sobre sexo, poder y rebelión» y sobre «tratar de mantenerte dentro de un huracán violento», combina paisajes electrónicos futuristas y apocalípticos con ritmos y texturas que van del dance (‘Lazarus‘) al trap (‘Money Sex Power’) pasando por el house (‘Shift‘), el grime (‘Talk About This’), el drum & bass de escuela burialística (‘Space to Breathe’) o el ambient (‘Willing to Wait’). En concordancia con la estética distópica de los paisajes sonoros, en los que abundan las ambientaciones industriales y las atmósferas gaseosas y asfixiantes, Brown y sus melodías vocales, a menudo fragmentadas, suenan robóticas y raramente despojadas de efectos varios. ‘Instinct’ es un buen ejemplo.
El resultado final está bien; es eficaz y entretenido, pero no lo suficientemente impactante como para tratarse de un producto pop, donde estilo y sustancia deberían encontrar un balance del que ‘Glitch’ carece. La bailable a la par que dramática ‘Lazarus’, que es como si Ladytron versionaran a The Knife, destaca particularmente entre el resto, así como ‘Ultraviolet’, que es como una balada del primer George Michael convertida al misticismo digital de FKA twigs. ‘Space to Breathe’, por su parte, es probablemente la canción más visual de Brown hasta la fecha (esas sirenas de fondo dan escalofríos) y ‘Shift’ es un digno rompepistas cuyo vídeo esperamos nadie enseñe nunca a Grace Jones.
El álbum, en definitiva, cumple, pero se echan en falta mejores melodías que compensen lo sobrecargado de la producción. Hay estribillos ágiles, como los de ‘Talk About This’ o ‘Sacrifice’; hay canciones redondas, como es ‘Lazarus’, pero en general cuesta imaginar que la mayoría de estos temas puedan encontrar nuevas formas más allá de las actuales. Digno disco, no obstante, con el que Brown se apunta otro tanto. La cantante, por cierto, prepara libro sobre sus ya 15 años en la industria: hablará sobre Kanye West o sobre el día en que comió «hamburguesas de queso con Stevie Wonder». ¿Alguien me recuerda por qué está tan infravalorada?
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Lazarus’, ‘Ultraviolet’, ‘Space to Breathe’, ‘Shift’
Te gustará si te gusta: Grace Jones, Kylie, The Knife, FKA twigs
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