Es incuestionable la habilidad de Justin Bieber para darnos titulares. Ahora abandono una entrevista, ahora un concierto, me mosqueo en un restaurante, me pillan en pelotas y me condenan por agresión y conducción temeraria. Todo esto en el último año.
Pero también es incuestionable que dentro de todo este torbellino de «escándalos» y WTF’s ha habido lugar para sorpresas agradables relacionadas con su música. De la mano de Diplo y Skrillex nos dejó con la boca abierta ‘Where Are Ü Now’ -tema que fue versionado por Florence and The Machine– y otra versión, esta vez de Chvrches, hizo que nos diéramos cuenta de que ‘What Do You Mean’, producida por MdL, lo había vuelto a conseguir. Los aplausos y caras de sorpresa llegaron de nuevo, poco después, con ‘Sorry‘. ¿Alguien se esperaba que el autor de ‘Believe’ entregase 3 canciones seguidas de ese nivel?
Bieber y/o su equipo han sido conscientes de que con 21 años se hacía necesario el paso de estrella infantil a adulta y las opciones que Justin tenía para afrontar ese paso eran prácticamente ilimitadas. Una vez oído ‘Purpose’, parece que han cogido el camino correcto. La propuesta es blandita, apta para todos los públicos, y capaz de arrastrar a los fans de siempre y de reclutar nuevos acólitos. El urban de ‘Company’ y ‘No Sense’ son claro ejemplo de ello. Pero si ‘Purpose’ es lo que es, un disco más que notable, es por Skrillex y Blood Diamonds. Los ya citados adelantos y ‘I’ll Show You’, ‘The Feeling’ con Halsey, ‘Mark My Words’ o el pepino EDM de ‘Children’ conforman un disco por el que cualquier niñato estrella de Disney mataría llegado el momento de hacerse adulto. No sólo le va a garantizar ventas y una recepción crítica mejor que buena sino que además allana el camino para futuras publicaciones. Pasar de la mierda que hacía antes a colaborar con Jack Ü abre las puertas a un sinfín de posibilidades para siguientes discos. De Blood Diamonds puede pasar, por qué no, a Grimes o, puestos a pedir, a Kate Boy sin necesidad de tirar a la basura sus aspiraciones comerciales como ha hecho Miley Cyrus.
Pero también cabe la posibilidad de que las ventas no acompañen -One Direction y Adele pueden hacerle mucho daño- y veamos cómo Justin Bieber vuelve a ser el artista baboso y cursi para púberes que ha sido hasta hace bien poco. Por si acaso, en ‘Purpose’ ha dejado un pequeño hueco para que ese target del público no se sienta abandonado y pueda recuperarse en caso de necesidad. ‘Live Is Worth Living’ o ‘Purpose’ no tienen otra razón de ser.
Ese pequeño «salvavidas» y el tono condescendiente y victimista de algunas letras es lo peor de un disco que presumiblemente iba a suponer una ruptura con el anterior Bieber y que, al final, no lo es tanto. «No estábamos en las mejores circunstancias para tomar las mejores decisiones / No puedes ser tan duro contigo mismo / Estas son las cartas que te tocaron y tienes que entender que… / Ése no eres tú / Estás intentando ser el mejor pero eso es todo lo que puedes hacer» se excusa al final de la edición estándar del disco. ‘I’ll Show You’ también tiene su dosis de alegato: «A veces es duro hacer lo correcto / cuando toda la presión cae como un rayo / Es como si quisieran que fuera perfecto / y no saben que me están hiriendo».
Supongo que estas justificaciones son el intento de hacernos creer que estamos ante un disco maduro, una reflexión (!) sobre los peligros de la fama o vete a saber qué. Al fin y al cabo es un chaval de 21 años que ha conseguido que hablemos de los aciertos de su disco y no sólo de su miembro. Podía haberlo hecho mejor dado la lista de colaboradores, sí, pero, eh, ha conseguido nadar y guardar la ropa. Contentar a todos y renovar la fórmula lo justo para que se hable de cambio no es fácil y él lo ha conseguido.
Calificación: 7,5/10
Lo Mejor: ‘Where Are Ü Now’, ‘Sorry’, ‘Company’ y ‘Children’.
Te gustará si te gusta: Justin Timberlake, el R&B y el urban.
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