Cuando no edita disco, Billy Corgan de los Smashing Pumpkins es protagonista de la prensa musical por sus memorables declaraciones, por ejemplo, aquellas que dedicó a esta misma hace dos inviernos con motivo de la crítica de ‘Monuments to an Elegy‘ por The Guardian, que lo puntuó con tres estrellas, para pesar y absoluto desconcierto del músico (él cree que merecía más).
Hoy, a través de NME conocemos la noticia de que Corgan ha criticado las dos redes sociales por antonomasia, Twitter y Facebook, por haber «creado una generación de narcisistas» y por no reportarle ningún beneficio. El músico, que abandonó Twitter el año pasado porque no le «servía una mierda», plantea a Kim Kardashian como personaje al que sí beneficia, por su fama, usar estas plataformas para vender sus productos, a diferencia de lo que ocurre con los Smashing Pumpkins. «Las personas que estamos en medio no recibimos el mismo intercambio», asegura. «Facebook se aprovecha de algo que yo he construido y simplemente me dice: ¡muchas gracias!»
Corgan se queda especialmente a gusto con Facebook, donde su banda acumula 4 millones de seguidores y que critica por su interés por que sus usuarios promuevan contenido poco inteligente. «Si visitas mi página cada día y yo subo una foto paseando a mi perro, la verás, pero el resto de 3,99 millones de personas [que me siguen en Facebook] no lo harán porque no visitan mi página cada día. Por eso, lo que Facebook quiere que hagas es que […] hagas estupideces, de modo que clicas un post numerosas veces y entonces se hace viral. Así, creas una cultura donde reina y domina la idiotez, no la calidad. No estoy diciendo nada radical: de este modo estás creando un ecosistema social que premia lo inútil».
Más adelante, cuando la periodista plantea a Corgan el caso de los cómicos, cuyo contenido es susceptible de viralizarse de manera natural porque en sí es gracioso, el músico asegura que, actualmente, los cómicos tienen miedo de hacer humor social por culpa de la «construcción de acoso social» que existe en Facebook. «¿Cuántos cómicos actualmente están diciendo en Facebook lo que realmente les gustaría decir? […] Te aseguro que, en el momento en que estos ponen algo en estos sistemas que no encaja con la «mentalidad de acoso por la justicia social» de Facebook, el riesgo es muy alto. Así, se agua la diversidad [de opinión], lo cual, para un artista, es la muerte».