El proyecto de Axel Willner cambió el techno para siempre con el sorprendente ‘From Here We Go Sublime‘ que tanta justicia hacía a su nombre. Desde su edición hace casi 10 años su viaje ha continuado explorando nuevos territorios, incorporando por ejemplo instrumentos reales en ‘Yesterday and Today‘ para después volver a valerse por sí mismo en ‘Cupid’s Head‘. Él dice que cada disco de The Field ha de sonar «fresco» y aportar novedades siempre sin salirse demasiado de los mismos patrones estéticos que lo caracterizan, y las planteadas por ‘The Follower’ son la incorporación de nueva maquinaria para sonar más bailable y cercano incluso a las pistas, influido por sus últimos directos, aunque siempre sin perder identidad. El corte titular es el más certero en su objetivo, mientras el bajo sucio y el ritmo de ‘Monte veritá’ antes de su nuevo rumbo a partir del minuto 6 (los temas duran una media de más de 10) estarían en esa línea. Sin embargo, el álbum se va entregando poco a poco hacia la introspección con cortes como ‘Soft Dreams’, y los samples vocales de ‘Monte veritá’ o ese retorcer de loops marca de la casa suenan a veces demasiado familiares, a trucos ya vistos. Para quien no conozca el trabajo de The Field, ‘The Follower’, un álbum sobre «viejos mitos y la búsqueda de la utopía y cómo el ser humano comete los mismos errores una y otra vez», vuelve a ser un disco técnicamente exquisito, muy bien equilibrado, en sintonía con su temática entre lo desasosegante (las guitarras distorsionadas hacia el final de ‘Monte veritá’, la tenebrosidad de las voces al principio de ‘Soft Dreams’, como sacadas de una película de terror) y lo reconfortante (el final de ‘Soft Dreams’, la primera parte de ‘Reflecting Lights’, casi dream pop lynchiano). Para los que conozcan todas sus obras, menos novedades de las anunciadas, en verdad.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘The Follower’, ‘Monte veritá’, ‘Soft Dreams’
Te gustará si te gustan: los anteriores.
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