Aparte de contar con una de las películas más taquilleras este año, la divertida ‘Kiki, el amor se hace‘, Paco León estrenaba el pasado 20 de mayo una zarzuela llamada ‘Cómo está Madriz’ que no está precisamente exenta de polémica. Esta es la sinopsis oficial según se desprende de la web del Teatro de la Zarzuela: «Año 2016. Paco vive en la Plaza Mayor de Madrid. No consigue acostumbrarse a las miles de celebraciones, manifestaciones, cabalgatas y demás ruidosas reuniones ciudadanas que se celebran bajo su balcón. Esta vez una orquesta entera toca La Gran Vía para celebrar el centenario de su construcción. A pesar del escándalo, Paco consigue caer en un profundo sueño hasta que un nuevo griterío lo despierta. Para su sorpresa se ve caminando por las calles del Madrid de finales del siglo XIX. Más que caminar, charla con ellas. Aquí le habla todo el mundo con la mayor naturalidad: las calles, las estatuas, los políticos, los madrileños, la Generación del 98, músicos insignes… Todos le invitan a emprender un paseo enajenado por este Madrid del siglo XIX que presenta sospechosas similitudes con su propio tiempo. Tal vez porque quien lo sueña es un hombre del siglo XXI o tal vez, porque tampoco hemos cambiado tanto…»
La obra es una versión libre de Miguel del Arco, basada en las piezas de género chico ‘La Gran Vía’ y ‘El año pasado por agua’ de Federico Chueca (1886) y Joaquín Valverde (1889). Como informa El País, hay alusiones directas a Bárcenas, Rato y varios miembros del Partido Popular, alguna pulla a la izquierda y también se ve cómo a un cardenal le practican una felación en un prostíbulo. Entre los asistentes indignados en otras sesiones está el ex alcalde popular de la ciudad Alberto Ruiz-Gallardón, y el pase del pasado miércoles, al que asistía la actual alcaldesa Manuela Carmena, tuvo que ser interrumpido por los abucheos del público, parte del cual había acudido con silbatos preparado para el boicot: estaba organizado.
Daniel Galindo de RNE ha relatado en el mencionado diario: «Nunca pensé que asistiera a una escena tan violenta en el teatro. Se levantó una fila entera, pero no se fueron sino que se quedaron como buscando bronca». Paco León intervino para pedir respeto para los actores e invitó a los que montaban bronca a irse, como así terminaron haciendo tras intentar forzar una pelea. La obra pudo seguir aunque Paco León ha relatado que «las risas no fueron las mismas».
El director ha declarado en El Mundo: «Entiendo que a alguien no le guste, que no sea lo que se esperaba, pero cuando eso sucede uno se levanta y se va, abuchea al final o plantea una reclamación, pero eso de pretender que porque a uno no le gusta algo debe dejar de representarse inmediatamente es inaceptable». La obra ha recibido 50 reclamaciones y Gallardón «se fue dando un sonoro portazo en su palco y diciendo que no volvería nunca al Teatro de la Zarzuela».