Nuestro país ha exportado una cantidad sorprendente de música electrónica en los últimos años. Y lo que tarda cada uno de estos perfeccionistas artistas en publicar disco es digno de reportaje. Pional, valor revelación del que llevamos hablando casi un lustro, aún tiene que publicar su debut. John Talabot no ha vuelto a editar largo desde principios de 2012. ‘Hiperasia’ de El Guincho ha llegado seis años después de ‘Pop negro’ y Delorean, que tardaron tres añazos en dar continuidad a su álbum más internacional, ‘Subiza‘, ahora han tardado la misma cantidad de tiempo en publicar la continuación de ‘Apar‘.
El caso de Delorean es curioso. Sin quererlo, son el proyecto más pop de los cuatro mencionados, y por tanto, han ejercido una influencia en otros artistas que han llevado su sonido a territorios más comerciales. Estoy pensando en grupos como Grises o Belize, a los que incluso han remezclado. Escuchando los discos de estos últimos, es inevitable pensar que quizá Delorean se complican demasiado la vida, pero lo cierto es que su opción nunca ha sido construir 15 ‘Delis’ ni 10 temas como ‘Stay Close’.
Lo malo es que sus ambiciones se llevan por delante sus aspiraciones comerciales. La canción más radiable de su nuevo disco ‘Muzik’ es ‘Epic’, con esos contagiosos y extasiados samples de voz que ejercen de verdadero estribillo, y ni siquiera se han molestado en escogerla como single «porque no es tan representativa de lo que es el álbum» y «un single ha de ser ante todo representativo de lo que contiene el álbum». Los sencillos ‘Muzik’ y ‘Contra’, sin ser tan redondos, sí dejan ver las intenciones de un disco sutil en cuanto a crescendos, de nuevo de producción meticulosa y muy bien hilvanado. Incluso en cuanto a lo lírico. La palabra «muzik» aparece en ‘Figures’, la palabra «figures» aparece en ‘Epic’.
No hay un giro radical en el sonido Delorean, todavía es reconocible su gusto por el house, lo tropical y lo balearic, pero sí hay bastantes novedades. Hay cierto interés por la new-age de Enigma al final de ‘Limbo’, que contiene además un saxo, y la misma dependencia orgánica la encontramos en ‘Closer’ (sí, hay un ‘Closer’ tras su hit ‘Stay Close’), un tema de ritmo muy Moloko que incorpora unas elegantes cuerdas que carecen del componente hortera de unos Clean Bandit para sonar realmente más cerca de Kings of Convenience. Ya sabéis que Erlend Øye también sabe bailar.
Pese a que no encuentro demasiado atractivo en canciones como ‘Figures’ o ‘Both’, otras sí se crecen como la propia ‘Muzik’, que encierra una de las grandes virtudes de este álbum de Delorean. Este es el disco del grupo que más vulnerables les muestra, muy especialmente la voz de Ekhi Lopetegui, cuyas letras sobre los vaivenes del amor se entienden mejor que nunca. Esa tristeza que emana de las preguntas que se hace en el sencillo de presentación les aproximan en sonido también a Junior Boys y a los momentos más intimistas de Caribou. ‘Parrhesia’ cierra el disco casi en plan ‘Sun’, pero la noticia es que el largo incluya sonoridades indietrónicas como las de ‘Limbo’ o una canción como ‘Push’, en la que se repite unas cuantas veces «don’t lie, don’t lie, don’t lie (to yourself)». ¿Acaso el álbum debería llamarse ‘Luv’ y no ‘Muzik’?
Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Epic’, ‘Contra’, ‘Closer’, ‘Parrhesia’
Te gustará si te gustan: las lentas de Caribou, los anteriores
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