En 2004, el director chino Jia Zhang Ke (‘Naturaleza muerta’, ‘Un toque de violencia’) presentó en el festival de Venecia ‘The World’, una muy lúcida reflexión sobre las contradicciones de la globalización y las transformaciones socioeconómicas que se estaban produciendo en su país. “El mundo” del título era el Beijing World Park, un gigantesco parque temático donde los chinos pueden “visitar” los monumentos más famosos del mundo sin necesidad de salir de su ciudad. Hay réplicas del Taj Mahal, las pirámides de Egipto, la Estatua de la Libertad y hasta las Torres Gemelas. También está, claro, la Torre Eiffel (o “infiel”, según mi vecina).
Los espacios desnaturalizados y desangelados que retrata ‘The World’ parecen haber inspirado a Romain Gavras para ilustrar la canción ‘Gosh’, de Jamie xx. El hijo del director Costa-Gavras no ha rodado el vídeo en el Beijing World Park, pero sí en un lugar parecido: Tianducheng, una mini-París, versión Pocero de Seseña, construida hace diez años para que 80.000 chinos vivieran como Amelie y que en la actualidad solo alberga a 2.000, la mayoría trabajadores de un parque temático cercano.
Esta ciudad desnortada y degradada le sirve al director para ambientar una fantasía futurista distópica protagonizada por un tipo de personaje que parece obsesionarle: los diferentes, aquellos marcados por un rasgo físico distintivo que les singulariza y, por tanto, les excluye. Si en ‘Nuestro día llegará’ (2010), su debut en el largometraje, y en el vídeo ‘Born Free‘ de M.I.A. los protagonistas eran los pelirrojos, en ‘Gosh’ son los albinos. Aunque en este caso, en vez de cazarles, los demás parecen adorarles. En un mundo uniforme, hecho de réplicas y habitado por seres alienados, la diferencia es admirable y hasta deseable (los no albinos llevan el pelo teñido de rubio como queriendo parecerse a ellos).
El director construye esta alegoría por medio de una puesta en escena fría y distante, con mucho plano aéreo y picado-contrapicado, movimientos de cámara lentos y suntuosos (travelling, steadicam), composiciones donde prima la simetría (y que recuerdan a los desfiles de Corea del Norte), y una fotografía grisácea y apagada.
Pero, si atendemos al comienzo y al final del vídeo, la lectura puede ser otra. Quizá la realidad sea muy diferente, virtual. Quizá lo que estemos viendo no sea más que la fantasía del excluido, una realidad tan artificial como el paisaje donde se desarrolla, un sueño que el protagonista mira desde lejos (un espectacular plano que según parece está hecho sin CGI) y que al final se acaba oxidando como una torre Eiffel de imitación.
Jamie xx actúa en la edición del Festival Internacional de Benicàssim que hoy comienza. Mañana viernes 15 de julio presenta ‘In Colour‘, uno de los mejores álbumes de 2015, en el escenario Visa a las 00:50h.