La edición más ambiciosa del festival online organizado por Filmin entra en su última semana (termina el 27 de julio). Tiempo suficiente para ver 5 de los mejores títulos de los 45 programados (sin olvidar las dos películas que ya recomendamos: ‘Berserker‘ y ‘Chemsex‘).
The Here After (Magnus von Horn)
Fue uno de los debuts más aclamados del año pasado en Cannes. Y no es para menos. ‘The Here After’ es un drama duro y gélido como el paisaje –la campiña sueca- donde se desarrolla. La difícil vuelta a casa de un conflictivo adolescente (interpretado por Ulrik Munther, el «Justin Bieber sueco») le sirve al director como punto de partida para construir un relato, tan contenido como intenso, donde reflexiona sobre temas como la venganza, el acoso escolar, la desintegración familiar y las dificultades de la reinserción social. Fotografiada por el gran Lukasz Zal (‘Ida‘), ‘The Here After’ recuerda a películas recientes como ‘La caza‘ (2012). Dramas rurales cubiertos con una fina capa de escarcha siempre a punto de romperse de una patada.
Democracy (David Bernet)
Ahora que la política es la nueva prensa rosa, documentales como ‘Democracy’ sirven como cura de desintoxicación. Aquí no hay «expertos» comentando el último tuit del concejal de no-sé-dónde, sino un revelador manual de instrucciones para adentrarse en los pasillos de la democracia, en los laberintos burocráticos del Parlamento Europeo. El director David Bernet ha seguido durante dos años y medio al joven parlamentario Jan Philipp Albrecht, de Los Verdes alemanes, en su lucha diaria para poner en marcha la nueva ley de protección de datos europea. Una apasionante y también frustrante (a veces kafkiana) odisea plagada de iniciativas, desencuentros, pactos y renuncias. Rodada en blanco y negro, como si fuera un guiño a ‘El proceso’ de Orson Welles, el documental sirve tanto como crónica de un proceso legislativo como de llamada de atención sobre los peligros del uso indiscriminado del llamado «nuevo petróleo»: el big data.
Los caballeros blancos (Joachim Lafosse)
No es la primera vez que recomendamos una película de Joachim Lafosse (‘Propiedad privada’, ‘Perder la razón‘), ni será la última. El director belga más aplaudido desde los Dardenne fue premiado en el festival de San Sebastián (Mejor director) por esta estupenda película basada en el caso «Arca de Zoé», la ONG francesa que en 2007 intentó sacar de forma ilegal a 103 niños huérfanos de Chad. Su intención era la mejor, salvarlos. Pero el procedimiento no. En esa delgada línea entre lo moral y lo legal, entre lo bueno y lo correcto, es donde se mueve Lafosse. El director se sitúa en ese punto medio y desde ahí narra de forma impecable la operación de «rescate» de los cooperantes e interpela constantemente al espectador para que reflexione y se posicione ante la gran pregunta de siempre: ¿el fin justifica los medios?
Boye (Sebastián Arabia)
Un documental de dos horas y cuarto con un abogado contándonos su vida. Así, de primeras, suena tan apasionante como quedarse en casa este verano viendo ‘Quiero ser‘ una y otra vez. Pero, a diferencia del programa de la Carbonero, ‘Boye’ no es lo que parece. La vida de Gonzalo Boye, abogado y editor de la revista Mongolia, es tan sorprendente que el documental podría durar cuatro horas más. Seguiríamos con la boca abierta. A través de su vida –condenado a prisión por colaborar con ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla, repartidor de hielo en los bares de Madrid, abogado en los juicios del 11M, en el caso Bárcenas, en el de Edward Snowden, en el de Guantánamo…- asistimos a treinta años de la historia reciente (y más oscura) de España.
10 años de amistad (Nikolaus Geyrhalter)
Un ‘Boyhood‘ documental. Diez años resumidos en tres horas. El director austriaco Nikolaus Geyrhalter, conocido por la premiada ‘Nuestro pan de cada día’ (2005), ha estado una década rodando esta película que documenta el paso del tiempo en un grupo de trabajadores de una anacrónica fábrica textil situada en una apartada región de Austria. La empresa cierra, pero la película no. Sigue a cada uno de los trabajadores para enseñarnos cómo transcurren sus vidas en los siguientes años. Del costumbrismo y cierto romanticismo obrero del principio, pasamos a un retrato social de enorme calado emocional, la dolorosa crónica de la desaparición de un mundo. Uno de los mejores documentales de los últimos… ¿diez años?